El gran tema y debate pendiente en nuestro México contemporáneo es el tema de la educación, hay que aprovechar la salida de Josefina Vázquez Mota y el arribo de Alfonso Lujambio para que estos cambios administrativos se traduzcan en centrar y concentrar nuestras energías a una agenda de tópicos que vayan dirigidos al carácter y a la mentalidad del niño, del joven, del adolescente, el universitario, para que enfrentemos a este mundo global.
Nuestros tópicos y la agenda tradicional todavía en muchas escuelas es el preparar al chavo para una época en donde predomina la máquina, donde predominó la era industrial, estamos en la era de la información y todos los días que entramos a navegar por la red nos damos cuenta de esos espacios enormes que todavía nos quedan nichos de mercado de oportunidad que son competitivos, que son innovadores que van a la vanguardia.
Solamente hay que ver toda esta teoría económica de los “funkin” de la economía que esta basada preponderantemente en el conocimiento, no en los grandes capitales en la concentración de esos viejos paradigmas que hoy prevalecen en el mundo y que nos han llevado e a este colapso económico sino que gracias a la innovación al espíritu emprendedor, buscaremos en ese concepto “funky” como lo llaman algunos maestros de la universidad de Dinamarca que prevalece en aquellas regiones de Suecia en donde se esta trabajando muy duro en estos ámbitos precisamente para competir en una economía y en un mundo mas competitivo.
Aboquémonos entonces esos tópicos, México es un país con un gran pontencial con una riqueza extraordinaria con biodiversidad, mares, ríos, selvas, bosques, pastizales enormes improductivos porque nos hemos centrado en pelear entre los mexicanos olvidando una parte importantísima: la educación, que es el diálogo permanente entre las partes. Aprovechemos y no nos quedemos únicamente en cambios administrativos.
Entrémolse al tema fundamental y a la mejor inversión que podemos tener los mexicanos, que es nuestra educación.
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