En nuestra vida hemos conocido a todo tipo de vendedores de autos, casas y de seguros, algunos buenos, otros regulares y algunos de plano muy mentirosos.
Recuerdo que cuando era niño, fui con mi madre a la ciudad de Matamoros para comprar un auto, ahorramos con enormes esfuerzos para la compra.
Anduvimos viendo todos los lugares donde ofertaban autos americanos, pero el dinero no nos alcanzaban para un carro más o menos decente, así que un vendedor acepto que le diéramos lo que traíamos el anticipo por un Ford Maverick, que era lo único que estaba a nuestro alcance.
Era un auto rojo de muy buen ver que nos enamoró, junto con las melódicas palabras del vendedor quien nos aseguró que era de un gringo jubilado y que eso le constaba porque había hecho el trato personalmente.
Paso un mes y viajamos a Matamoros con el faltante, llegamos pardeando. Eran otros tiempos donde viajar por la noche no era ningún problema, así que iniciamos el viaje de regreso, después de echar gasolina y revisar niveles de agua y aceite.
El automóvil se quedó antes de llegar a San Fernando, quemaba más aceite que gasolina y las condiciones mecánicas estaban más lejanas de lo que nos había dicho el vendedor.
No recorrió ni los 100 kilómetros cuando quedó como el caballo blanco y cuando destaparon el motor era un verdadero desastre, se notaba que nunca le habían cambiado el aceite y su interior estaba relleno de aditivos para que encendiera y caminara unos cuantos kilómetros. Ahí dormimos en la carretera y al otro día nos jalaron a un taller donde lo repararon.
Pero, también hemos tenidos buenas experiencias con vendedores que ofertan coches en excelentes condiciones, muy decentes que hablan con la verdad hasta con posibilidad de perder la venta, al informar con seriedad del kilometraje, mantenimiento y fallas de las unidades, antes de privilegiar las virtudes de las unidades.
Sin embargo, preferimos este tipo de vendedores honestos, rechazamos a aquellos que hacen de la mentira un arte.
Los alcaldes de hoy deben traer mensajes verdaderos y ofrecer soluciones a los problemas que deben enfrentar, después de todo tuvieron la oportunidad de conocer los problemas del municipio y saber qué hacer para solucionarlos, sin culpar a sus antecesores, ni factores externos.
Hemos visto como algunos alcaldes cumplen bien con su trabajo y se pueden calificar como vendedores honestos, realizan su labor de frente a los votantes y no buscan culpables, sólo soluciones, como es el caso del alcalde ANDRÉS ZORRILLA en Madero; JESÚS DE LA GARZA DÍAZ DEL GUANTE en Matamoros y en ciudad Victoria, ÓSCAR ALMARAZ SMER.
Son municipios donde sus jefes edilicios se ganan el derecho de contender por la reelección.
Por eso nos llamó la atención las palabras de la diputada federal MONSERRAT ARCOS, quien ayer junto con otros de sus compañeros encabezados por el coordinador EDGAR MELHEM SALINAS realizaron una gira por ciudad Victoria acompañados del alcalde ÓSCAR ALMARAZ SMER y el gerente de la Comapa, GUSTAVO RIVERA RODRÍGUEZ.
MONSE dijo que recuerda como ALMARAZ llegó a la ciudad de México con un montón de carpetas como si se tratara de un vendedor de casas o seguros, pero en realidad eran sueños de 25 o 40 años de miles de victorenses, que se tradujeron en obras de pavimentación para 125 calles en ciudad Victoria.
La legisladora dijo que era tan buen vendedor, pero sobre todo honesto y que supo gestionar al grado que se trajo más de 120 millones de pesos en obra pública.
Bueno, por hoy es todo.
Adiós y aguas con los patinazos…
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