De pronto el escenario cambió, la aprehensión de Elba Esther Gordillo, lideresa del sindicato más poderoso de Latinoamérica, sin duda modifica el panorama para las elecciones, no sólo en Tamaulipas, sino en el resto de los Estados que tendrán comicios este año.
Hablar del golpe sobre la mesa de Enrique Peña Nieto en contra de su otrora amiga, de lo parecido que es este movimiento al Quinazo, cuando aprehendieron al ex dirigente del sindicato petrolero, Joaquín Hernández Galicia en el sexenio Salinista, es abundar en lo mismo.
La lección que queda de esto es el escepticismo con que el ciudadano de a pie ve este movimiento espectacular de la administración peñista.
A la gente común le suena hasta risible que sea hoy cuando se den cuenta en la Procuraduría General de la República de los supuestos malos manejos de las cuotas sindicales por parte de Gordillo y sus allegados.
Las evidencias eran observadas por propios y extraños, pero Elba, al igual que La Quina, se empecinaron en creer que doblegarían al Poder Ejecutivo.
Pensaron que las reglas que ellos imponían serían respetadas.
No le midieron al desgaste que sus figuras tenían ante la opinión pública.
Más allá de estas reflexiones, donde cabe señalar que Carlos Romero Deschamps, debería de entregar la estafeta en el sindicato petrolero, antes de que se la pidan y no de buenas maneras, lo indignante es que veamos estos shows y al final las cosas queden en lo mismo.
Eso es lo que más indigna de la aprehensión de Elba Esther, que de fondo no mejore la educación en México.
Ahora corresponderá a Peña Nieto nombrar al sustituto de la maestra, alguien que se ajuste a sus requerimientos.
Alguien que le rinda cuentas de los millones de pesos mensuales que recibe esta agrupación directamente de Hacienda producto de las cuotas que son descontadas a los miles de maestros que laboran en este país.
Es vergonzante el papel desempeñado por el gobierno en estas triquiñuelas.
Recapacitando en lo que dice Ramiro Ramos, dirigente del PRI en Tamaulipas, de que las alianzas siguen adelante, especialmente con Nueva Alianza, el partido de la maestra para la elección del 7 de julio, efectivamente, puede ser que siga el plan original, pero que la detención de la maestra les complica aún más el escenario a los candidatos priistas, eso es indudable.
Y mire usted, no es casualidad que Miguel Angel Osorio Chong, secretario de Gobernación, haya llamado a los gobernadores antes de la aprehensión de Elba, quienes mostraron discreción absoluta, no dejaron salir ni un dato que alertara a la lideresa sindical, quien viajaba de regreso de San Diego, California donde tiene una casa en una isla, con destino a Toluca, para no entorpecer la investigación.
¡Bienvenida la disciplina priista!
Los llamaron para que los maestros en sus Estados no se alebresten, pero también para darles señales de lo que le espera a quienes se salgan del huacal.
Desde esa óptica, el efecto Elbista será muy contundente en Tamaulipas, eso se lo podemos asegurar estimado lector y lectora.
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