Siempre se ha dicho que la educación que se brinde a una familia, sociedad o país, será determinante para su futuro, porque una buena educación mejora la preparación para el trabajo, su emprendimiento y la innovación, contribuye a una mayor movilidad social al acceder a nuevas oportunidades en condiciones de igualdad, además de propiciar un mejor desarrollo social y cultural de las personas.
Por ello, algunos países se toman muy en serio a sus sistemas educativos. Entre los que se consideran más exitosos se encuentran Finlandia, Singapur, Canadá, Corea del Sur, Japón, Estonia, Noruega o Suiza, países que tradicionalmente son reconocidos por tener los mejores sistemas educativos.
Los habitantes de esos países exigen a sus gobernantes que ofrezcan la mejor educación a sus hijos, y usualmente designan a expertos en educación al frente de las secretarías o ministerios encargados de esa tarea. En México, esta cartera a menudo se ha utilizado para otorgar premios políticos.
La designación de Mario Delgado como Secretario de Educación Pública no es la excepción. Sus conocimientos acerca del sistema educativo nacional son mínimos. Estuvo al frente de la Secretaría de Educación en el Ex Distrito Federal un año y 8 meses, cuando Marcelo Ebrard fue jefe de Gobierno.
Su trayectoria en el servicio público ha sido buena, sus últimos años los ha dedicado a dirigir el destino del partido político Morena, construyendo puentes con diversas corrientes políticas del país, incluido el magisterio afiliado al poderoso sindicato SNTE.
Al igual que otros nombramientos, como el de Manuel Bartlett al inicio del sexenio del Presidente Carlos Salinas, la gestión de Mario Delgado al frente de la SEP probablemente no se verá reflejada en mejores escuelas, mejores aprendizajes o una mejor capacitación pedagógica del magisterio nacional. Su gestión está enfocada en mantener un control de daños en las relaciones políticas con el magisterio en el sexenio que está por iniciar.
Es posible que el destino de Mario Delgado en la Secretaría de Educación sea permanecer un par de años y luego para buscar, en el 2027, la candidatura de Morena al estado de Colima, como recompensa por sus servicios en favor del movimiento encabezado por el Presidente López Obrador y que continuará Claudia Sheinbaum.
Ente los perfiles que se recomiendan para ocupar tan importante Secretaría, deberían prevalecer aquellos relacionados con el conocimiento del sistema educativo nacional y de otros sistemas exitosos en el mundo. Esto incluye, currículos, modelos de evaluación y los estándares de calidad que se esperan, así como la capacidad para la innovación y la experiencia en la formulación, implementación y evaluación de políticas públicas.
Sin embargo, se decidió nombrar a un político que puede hacer mucho por la educación si permite a sus equipos técnicos que trabajen en la mejora de alumnos, maestros y planteles educativos.
No estaría mal que se examinara cómo funcionan los sistemas educativos exitosos en el mundo y se adopten las buenas prácticas que en otros lugares si han dado resultados al generar sociedades más justas, igualitarias y desarrolladas.
Poner primero a los pobres está bien, pero está mejor si nos proponemos, como sociedad, acabar con la pobreza en un plazo razonable. Un buen sistema educativo puede ser determinante para alcanzar ese objetivo. ¿Qué hicieron bien en Singapur y en Corea del Sur para pasar de países pobres a países del primer mundo en pocos años?