Las precampañas de quienes se proyectan como aspirantes a la gubernatura del estado de Tamaulipas llegan a su fin, y con ello cada una de las alianzas y el candidato que iría solo a los comicios por un partido confirman su perfil y esbozan a grandes rasgos a dónde quieren llevar este golpeado, violento y desigual estado.
En teoría los precandidatos han dirigido sus mensajes a sus simpatizantes y correligionarios, pero como éstos se divulgan en medios de comunicación tradicionales y alternativos, así como en las redes sociales, una parte de la sociedad se ha percatado que los personajes ya andan haciendo ruido para la cita que hay en las urnas el primer domingo de junio de este año.
Quien desea estar informado y tiene interés en los destino de la entidad y de otros temas, suele aún informarse mediante los medios masivos y las nuevas plataformas, con lo que a estas alturas ya sabe que en la escena hay tres hombres y tres propuestas para el relevo del actual gobernador que este año concluye su mandato.
La propuesta de la extraña alianza que integran el PAN, el PRI y el PRD es más de lo mismo, es decir es la continuidad del cabecismo. Quizás mucha gente no entienda a dónde van juntos estos tres partidos antagónicos, porque por naturaleza tienen posturas totalmente encontradas.
Son tales las diferencias de estas fuerzas políticas que en las pasadas elecciones para gobernador del Estado riñeron en una arena de fango y lodo acusándose entre sí de corruptos, ladrones, delincuentes y hasta de tener nexos con la delincuencia organizada.
Para comprobar esto sólo es necesario ir a las publicaciones y las versiones de los dos debates que llevaron a cabo los abanderados del PRI, PAN y el PRD. Pero hoy van juntos.
Y bueno, como mucha gente sí tiene memoria, sobre todo priistas, concluyen que se trata de una alianza forzada “por los de arriba”, quienes generalmente son los beneficiarios de los arreglos políticos.
La otra alianza, la que quiere sacar a Acción Nacional del Palacio de Gobierno es la de Morena, PT y el Partido Verde.
Esta agrupación de partidos que impulsa al doctor Américo Villarreal Anaya dice buscar un cambio verdadero en Tamaulipas.
En palabras del propio precandidato morenista lo que busca el Movimiento de Regeneración Nacional y sus aliados es sanar al estado en lo referente a la salud social, del bienestar social.
“Había un pensador alemán en 1857 que era también médico y fue político. Decía en una de sus frases que la política no es otra cosa más que medicina a gran escala. Hay que entender y ver qué sufre y aqueja a la sociedad, hacer un diagnóstico y establecer una oportunidad de tratamiento como sucede en la medicina de manera tradicional”, le respondió el mes pasado Américo Villarreal al periodista Héctor Hugo Jiménez, cuando le preguntó en quien se debía confiar más, en un político o en un doctor.
En este sentido, Villarreal Anaya se asume con un profesional con formación de servicio público, interesado siempre el bienestar social, desempeñándose en el ámbito de la salud, con lo que ha conocido a fondo a la entidad.
En tanto, el partido Movimiento Ciudadano (MC) finca en el ingeniero Arturo Díez su propuesta de gobierno, que dice, implica también un cambio, similar al que propuso el actual gobernador de Nuevo León, Samuel García, de sacar a la vieja política del Gobierno del estado.
La precampañas llegan a su fin, viene un impasse y posteriormente las campañas arderán, pero el punto será continuar con más de lo mismo en Tamaulipas, o cambiar de siglas y la forma de conducir el estado.