When Marnie was There, 2014
El estudio Ghibli alcanza con El Recuerdo de Marnie uno de sus episodios de mayor profundidad emocional. El sicodrama animado de temática adulta, con inflexiones sobre los complejos sentimientos infantiles, captura con sutileza y, al mismo tiempo, severidad, el dolor de la separación y los traumas generados por el abandono.
Con un colorido magnífico, de aspecto artesanal, la cinta se concentra en la tristeza de Anna, una chica de 12 años que, por problemas de salud, es enviada al campo para su recuperación. Ahí le cae encima el peso de su vida infeliz: es huérfana, y no soporta el cariño que le proporcionan desinteresadamente las personas que la rodean.
Hasta que conoce a Marnie, una chica de su edad, que vive como ella, sin afecto paterno, en la enorme mansión que queda del otro lado del lago.
Establecen una estrecha amistad y juntas unen sus penas para consolarse.
Sin embargo, la historia que la desdichada Anna va urdiendo con su amiga no está del todo apegada a la realidad.
La cinta apadrinada por el genio Hayao Miyazaki juega con las posibilidades de una historia onírica alterna de la chica, que desesperadamente necesita amor. Durante el día la mansión tiene un aspecto de deterioro, aunque de noche cobra vida, al aparecer la simpática Marnie, que se convierte en su único motivo de alegría.
Con pasajes oscuros, y algunas ambigüedades narrativas, que van de lo mágico, a lo sobrenatural y hasta lo freudiano, El Recuerdo de Marnie es una película tremendamente emocional que, pese a sus momentos de amargura, mueve a la reconciliación y a la aceptación.
Al final, luego de un duro aprendizaje, en el que debe confrontar su realidad, Anna aprende a reconocer su pasado y a amarse para poder querer a quienes lo rodean.
Es una joya.
Netflix
(PG. Orientación de los padres)
@LucianoCamposG