Para como están las cosas, todo parece indicar que tanto el ex gobernador, Manuel Cavazos Lerma como el ex alcalde de Reynosa, Francisco García Cabeza de Vaca, van a aparecer en las boletas como candidatos al Senado de la República en las próximas elecciones del primero de julio.
Y aunque cada lector tiene derecho a su muy personal opinión, tengo que decir que, en mi caso, ver estas dos opciones por el PRI y el PAN me llenan de un sentimiento que aún no puedo identificar entre frustración y flojera.
Aún está fresco en la memoria el trienio encabezado por García Cabeza de Vaca, donde una gavilla de sus cuates y familiares se enriquecieron a manos llenas aprovechando que tenían a su disposición todo el presupuesto de la ciudad.
Las pruebas de los desfalcos en las pavimentaciones, la Comapa y otros rubros del erario de los reynosenses ahí están, y si alguien insiste en que no existen es porque o no las quiere ver o simplemente no le conviene verlas.
Hoy el ex alcalde de Reynosa quiere llegar al Senado para, desde ahí, catapultar sus aspiraciones a la candidatura al gobierno de Tamaulipas, un deseo que se le ha convertido en una verdadera obsesión.
En el caso de Cavazos Lerma, me resulta harto simpático que haya personas que hayan olvidado (¿qué conveniente, no creen?), que este ex mandatario se peleó con todo mundo y lo que es peor: condenó a años de retraso a las ciudades gobernadas por aquellos que le caían mal.
Me queda claro que todos los gobernantes usan el poder a su beneficio y si se trata de castigar a sus enemigos pueden ser bastante implacables, sin embargo con Cavazos Lerma esta regla se exageró.
Siento que el próximo primero de julio, por lo menos en lo que se refiere al Senado, los electores tamaulipecos van a tener que echarse una especie de “volado del diablo”, donde no van a elegir al mejor candidato con verdaderas posibilidades de triunfo, sino al que crean que es el menor de los males.
La verdad es que el escenario me suena como el marco para un mal chiste donde le preguntan a una persona que qué prefiere: que lo contagien de malaria o de influenza.
Ojalá los partidos escojan mejor a los candidatos a diputados federales.
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