Bajo este título Amnistía Internacional da cuenta de casos puntuales de desapariciones forzadas en México, de las cuales más del 50 por ciento fueron ocasionadas por elementos de seguridad gubernamentales.
Al revisar el reporte de AI, viendo las fotografías que acompañan al documento, se observa a las víctimas y sus familiares, prácticamente gente de clase media baja y clase baja.
Se nota la ausencia de personas con poder económico o social entre las víctimas del combate al narcotráfico y todas las modalidades del crimen derivado de esta práctica ilegal.
El desconsuelo y la pérdida se ceba en personas cuyas posibilidades de reclamo son muy pocas, porque carecen de recursos económicos y contactos con quien pueda ayudarlos.
En este país a los 26 mil desaparecidos reconocidos por el gobierno, hay que sumarle los miles de damnificados de la lucha contra la delincuencia organizada que ha enlutado a regiones enteras, donde la palabra justicia es un vocablo que no se sabe qué significa.
Amnistía Internacional relata con nombres y apellidos la pérdida de seres humanos sin distingo de género o edad, hay niños, pequeños cuyas madres siguen buscándolos y para ellas no hay respuesta que valga, que las libere del dolor.
El reporte explica que 19 estados de la República Mexicana se resisten a reconocer el término desaparición forzada, no lo incluyen en las leyes, entonces no hay delito qué perseguir.
En tanto, miles de familias están sentenciadas a la pobreza y al hambre, porque muchos de los desaparecidos son padres de familia que mantenían al hogar.
El gobierno mexicano ha respondido muy lento al reclamo de las familias que urgen a reconocer legalmente que el familiar no volverá, para poder continuar los trámites legales que les permita acceder a una pensión, a atención médica, o a un seguro de vida.
“La mayoría de las víctimas, pero no todas, son muchachos y hombres de entre 17 y 50 años. Muchas de las víctimas recorrían un trayecto habitual cuando fueron obligadas a detenerse por hombres armados o por fuerzas de seguridad. Algunas acababan de salir de su casa para ir a una tienda cercana o para visitar a un amigo, pero nunca regresaron”, detalla el reporte.
Entre los Estados donde más se ha presentado este fenómeno están Tamaulipas, Chihuahua, Nuevo León, Coahuila, Michoacán y Guerrero. Y un lugar que se había mantenido al margen de esta situación era el Distrito Federal hasta la semana pasada en que se reportó la desaparición de doce jóvenes de una discoteca.
Lo cual demuestra que México aún está lejos de resolver esta situación, las desapariciones continúan presentándose y el gobierno continúa sin dar pie con bola.
El reporte de AI “Enfrentarse a una pesadilla, desapariciones México”, es un documento que debe leerse y reflexionarse por parte de quienes están obligados a dar respuestas a los familiares de desaparecidos.
LA FRASE:
“A menudo se culpa a las bandas delictivas, pero esta presunción casi nunca se basa en una investigación exhaustiva. De hecho, la policía y las fuerzas de seguridad están infiltradas por bandas criminales, y en consecuencia, muchos funcionarios públicos han colaborado en las desapariciones perpetradas por estas bandas”, señala el reporte de Amnistía Internacional hecho público el martes.
Correo electrónico: derrotero@hotmail.com
Twitter: @derrotero_mx
Discussion about this post