La próxima elección para senador de la República por Tamaulipas es predecible en varios aspectos.
El principal es que el Movimiento de Regeneración Nacional, la 4T, AMLO, volverá a aniquilar al PRIAN-PRD o lo que queda de éstos.
Más allá de adversarios conocidos, las dos alianzas, la Juntos Hacemos Historia, en la que esta vez van Morena y el Partido del Trabajo, y Va Por Tamaulipas, PAN-PRI-PRD, son proyectos y realidades conocidas, palpadas por los electores.
El cabecismo ha sido ‘botado’ en tres comicios consecutivos a partir del 2021, en las elecciones de las 43 alcaldías del Estado, en el Congreso Local y la más reciente a mitad de este año con la renovación de la gubernatura del Estado.
Seguramente el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) trae su estrategia, que quién sabe qué les irá a redituar en la entrada del 2023, a poco más de un año de la madre de todas las batallas, cuando se vote por Presidente de la República y por la renovación del Congreso Federal, el Congreso Local y ayuntamientos. Allá ellos y sus cuentas alegres.
Lo predecible en Morena es que de todos los aspirantes inscritos en búsqueda de la candidatura para la elección del 19 de febrero, la atención se centrará en tres personajes: el diputado federal con licencia Erasmo González Robledo, el alcalde con licencia de Matamoros, Mario López “La Borrega”, y el ex delegado de los programas federales en Tamaulipas, José Ramón Gómez Leal, JR.
Cada uno de estos personajes tiene sus méritos propios en el morenimso, como también sus debilidades.
Empero, como es un hecho que en el partido del presidente se imponen los acuerdos cuplulares es innegable que aunque La Borrega es hoy por hoy la máquina de votos más aceitada de Morena en Matamoros, también lo es que los astros se acomodan enrededor de Erasmo, por la operatividad que desplegó en la pasada elección de gobernador y por su cercanía al líder nacional del partido, Mario Delgado y al ejecutivo estatal Américo Villarreal Anaya.
Naturalmente que JR está en la jugada, en la terna, pero más allá de que le afecte ser cuñado del exgobernador panista Francisco García Cabeza de Vaca, lo que le resta es que no tiene las relaciones ni los amarres en la cúpula morenista ni en Palacio Nacional para ser el ungido.
Claro, en política suele haber jugadas de ajedrez inesperadas bajo ciertos contextos y motivos, pero los que mandan siguen mandando.
Algo que también se prevé, es que la elección extraordinaria será desdeñada por el electorado. De la lista nominal de 2 millones 728 mil 272 potenciales electores irá a las urnas el tercer domingo de febrero una mínima cantidad. Hay quienes auguran que si acaso votará el 20 por ciento, siendo muy optimistas.
Es predecible también, que el Partido Verde sucumba al tercer lugar de los resultados, pues el segundo ya lo tienen ganados la mermada estructura de los panistas que ya no están en el gobierno del Estado y que tampoco mandan en las muncipalidades más pobladas de la entidad, hoy en manos de Morena.
Se prevé también que el Movimiento Ciudadano esta vez no se mueva, por lo que en lugar de quedar en el sótano en esta elección, pierda por default.
Y si el Truko por órdenes de Cabeza de Vaca cuestionó la elección pasada de Gobernador en la que panistas y priistas campearon en trampas, ¿por qué no habrán de impugnar la venidera? La usanza mexicana nos dice que eso está garantizado, aunque solo sea show.
Se prevé que la veda electoral impedirá al gobernador entrante comenzar ya a gobernar con recursos y planes ya de año nuevo, y tendrá que alejarse del contacto con la gente y estar bajo el escrutinio de la débil oposición que a falta de imaginación y de trabajo le habrán de cuestionar casi todo, so pretexto de que podría estar haciendo campaña a favor de Morena.
En fin… que comience la función.