Este viernes pasa’o que se pusieron negras las clouds (nubes), ya no quería pasar más inundaciones brody.
Y es que como que empieza a relampaguear bien juerte, que hasta se me puso la goosebumps skin (piel de gallina culeca).
Sentí como un deja vu con la tromba que cayó el viernes 15 de mayo poco después de las cinco de la tarde.
Por si no lo saben esta ciudad fronteriza fue declarada en Estado de Emergencia por parte de la Secretaría de Gobernación el pasado martes 19 de mayo, por los desastres que dejó a más de 6 mil personas afectadas.
El Servicio Meteorológico Nacional (SMN), dependiente de la Comisión Nacional de Agua (Conagua) todavía menciona al frente frío número 52, pero pos como que ya no hay friecito, son tiempos locos que se van quedando y algo pasa en esta región cercana a McAllen que nos caen lluvias fuertes y hasta con granizos del tamaño de pelotas de golf.
Mientras Rosa María hacía glu glu con el agua que se metía por la ventana de la sala en la casa porque otra vez se puso refeo y hasta juró portarse bien. Pobre se asustó, pero si e’a es bien güena siempre.
Lo del viernes es como dice mi amá fue “mucho ruido y pocas nueces”, porque a pesar de las gráficas del weather channel, pos como que no se repitió la tormentota. Eso sí fue un aguacerazo bárbaro de más de media hora bien juerte.
“Histórico, esto es histórico”, dijo mi jefe Beto en la redacción. Y es que nos ha tocado un año muy llovido, que ha dejado nuestras little houses (casitas) bien empañadas de sus paredes y techos. Luego andamos tose y tose todos, y quesque no es gripa, es alergia que no acaba de quitarse entre la raza.
Con este tiempo loco ya uno no sabe, ya ni nos acordamos de los calorones del año pasa’o.
Lo de las inundaciones no demostró que por más que llegan las lluvias nuestra city (ciudad) no está preparada para esto.
Porque a poco no. Si ya sabemos que está mal el drenaje pluvial en la zona de la avenida Hidalgo a la altura de Sanborns, pos siempre se inunda la cosa y sale gente perjudicada. Pa´qué te arrimas pela’o si te vas a hundir.
No hay que ser muy listo para saber que hay zonas en la ciudad, como también la de avenida Morelos, por donde está el restaurante El Pulpo, que tiene problemas de desagüe.
Es cierto. La raza no es educada aquí y se la pasa tirando los olotes y sus vasitos con chile por las ventanas de las peseritas. También es verda’ que los vecinos nunca barren lejos de la entrada de su casita, por lo que si hay mucha tierrita, esta se hace lodo y tal vez piensan que personal del municipio les va a limpiar el mugrerito.
¿No sería más fácil ponerlo como una rutina? Que los changaros, restaurantes, comercios, destinen un poco para barrer cerca de sus banquetas, o que se organicen los vecinos en las colonias, para que sus calles estén limpias. Se vale soñar.
Cómo quisiera ver a Reynosa limpia, pero bueno, a muchos le vale. Prefieren mejor cruzar para McAllen y olvidarse un poco caminando los pasillos amplios del Mol, comer rico en Lubys su pescadito frito y un pay de queso con fresas pa’ que amarre.
McAllen ahí va a estar, no se va a ir. La gente seguirá yendo mientras su economía se lo permita. No piensen que dejaremos de ir si estamos tan cercas. Por eso la gente va a comprar sus jabones Dove, latas para el gato Friskies, sus iphones, cereales Cap’n Crunch y sus sodas doctor Pepper lights. O sea, puras cosas que aquí se consiguen en el HEB, aunque digan que se ahorraron una lana por comprar con los gringos.
Mientras tanto pos como que ya es hora de guardar la ropa de invierno si estamos en mayo, sacar las t shirts de marca, los tenis y shorts para estar cómodos en casa. Bienvenido junio, espero que no venga tan very hot (muy caliente).
Eso sí, parece que los días de lluvias ya se acaban, al menos en estos días hasta septiembre que arranca la temporada de huracanes. Entonces sí agárrate brody porque ya vienen las lluvias y con ello el lodito y las inundaciones.
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