(Erin Brokovich, 2000)
La interpretación de la abogada autodidacta le dio la consagración a Julia Roberts y consiguió que, por fin, pudiera ser tomada en serio en roles dramáticos. Durante años fue la chica preferida de Hollywood, con roles juveniles en comedias románticas, hasta que cayó en este papel en el que Steven Soderbergh le dio la oportunidad de gozar de un lucimiento pleno.
Tomada de un acaso de la vida real, se presentan los días que definieron la a Brokovich, una activista ambiental que entra a trabajar a un pequeño despacho desde el que se involucra en un caso de contaminación de manos acuíferos que produce una gran compañía en un pequeño poblado de California, lo que ocasiona enfermedades graves y muerte a sus pobladores.
La actuación de Roberts es un gran espectáculo. Divorciada, con hijos pequeños, Erin mantiene su vida personal en un equilibrio precario, mientras concentra su energía involucrada en el asunto que afecta a decenas de personas, que dependen de ella y los abogados que la acompañan para obtener una merecida indemnización.
Es una cinta inspiradora, que habla de los diferentes niveles de inteligencia. Erin es una mujer de apariencia común, que demuestra que tiene capacidad de retención y sentido de la lógica altamente desarrollados.
La película es encantadora.
(R. No apta para menores de 17 años)
Netflix
@LucianoCamposG