El buen humor y la accesibilidad de Antonio Garza, embajador de Estados Unidos en México se acabó cuando se le acercaron los reporteros tratando de obtener sus declaraciones a menos de seis días de que el demócrata Barack Obama asuma la presidencia del vecino país.
Es entendible el silencio del texano republicano nacido en la frontera de Brownsville, porque ya presentó su renuncia, antes de que se la pidan los demócratas.
Pero de qué se preocupa el fronterizo, si su matrimonio con la dueña del Grupo Modelo, María Asunción Aramburuzabala, considerada la mujer más rica de México, fue su mejor logro, más que la embajada que le regaló su amigo George W. Bush.
Durante su visita ayer a la escuela Leona Vicario de Ciudad Victoria, Garza dio muestras de su contento, amenazó que no se va de México, pero no se comprometió a mejorar su español, porque pese a haber nacido en la frontera con Tamaulipas, sigue hablando el español “pocho”, y no lo beneficiaron sus años en nuestro país con su cargo federal porque no pulió su pronunciación.
Y tampoco pudo contribuir a que Fox o Calderón lograran un acuerdo migratorio con Estados Unidos, entonces Garza pasó sin pena ni gloria por el cargo, no dejó algo para recordarlo de buena manera.
Es más, cada vez que pudo atacó México diciendo que es un lugar inseguro.
Y con todo y eso, todavía se le regaló una cuera tamaulipeca con cargo a los bolsillos de los tamaulipecos, como que el premio fue inmerecido, ¿no cree?
ANDA CANSADITO
Ricardo Gamundi fue captado en Reynosa por la cámara de Hora Cero en un evento donde está flanqueado por el dirigente de la CTM y la senadora Amira Gómez bostezando con todas las ganas y echándose una pestañita.
Su agenda ha estado muy movida, ayer se registró junto con Lupita Flores para seguir al frente del PRI estatal.
Y luego se fue a México ayer por la tarde para asistir hoy a la reunión de la Comisión Permanente del Consejo Político Nacional donde aprobarán la Convocatoria de la Elección de los Candidatos de Diputados Federales.
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