Con la salacidad de un grupo de chismoleras de barriada, los medios auspiciados por un estado escurridizo e irreal, censuran con procacidad de boquiflojos a los candidatos que no cumplen con sus pedimentos, de pen… en adelante, de incultos, como si la cultura fuese producto de la mercadería de gacetillas y no producto de un esfuerzo.
Tres de los candidatos han tenido cargos de representación popular y bien o mal cumplieron con ello, no fueron cuestionados en su momento y hoy bendita oportunidad les sacan hasta la hora en que acostumbra zurrar o lavarse los dientes.
Hasta hoy no he encontrado nada positivo en nuestros candidatos presidenciales, el que logre el triunfo llegará más golpeado que el veterano Toluco López, estamos tratando con el que será presidente de México, no el dueño de un pasquín o una verdulería; los cuatro candidatos en cuestión representarán a nuestro país en el consenso de las naciones y si desde hoy los tratamos de pen… a todos, que valor tendremos nosotros después de todo este mitote.
Debemos ver las propuestas, los ofrecimientos personales y de grupo, adicionarles expresiones ciudadanas que tiendan a mejorar nuestra actual condición de país destrozado, echarle la culpa a gobernadores, presidentes municipales, congresistas de ambas cámaras, nada llena la campaña de sedicentes en busca de pingües ganancias, porque de eso viven.
A eso se dedican aprovechando cualquier desliz para censurar no para aplaudir mucho menos proponer, son destructores por antonomasia, debe desde luego haber periodistas honestos o medianamente honestos, que también buscan comer.
Pero en ellos vive la mesura, no la codicia, eso hace la diferencia, que si los muertos fueron entre ellos, que si los mataron policías, lo que se le ocurra citan a periódicos neoyorquinos (más caros que los mexicanos) pero cuando se menciona la cifra de 150 mil muertes dada por el secretario de Defensa norteamericano ante los medios.?Eso sí es una mentira, sólo son 50 mil muertes, como te pongas es una pila enorme de cadáveres pero, a quien le consta tal disparate.
Porque nadie conoce a ciencia cierta lo que ocurre, la guerra que se inició (sin el permiso de la nación) contra el narcotráfico, lo es ahora contra el hampa organizada, sabemos solamente lo que los medios refieren, así como los chismes que se desparraman a los cuatro vientos en las barriadas y andurriales; a los candidatos debemos darles cuando menos el beneficio de la duda, de una duda entendible, no de descalificación.
Uno de ellos fue jefe del Distrito Federal y hasta hoy nadie lo ha tachado de ladrón, se le señala de vividor, que es muy diferente, pero sus obras están a la vista,.
El otro terminó de gobernador del Estado de México y al igual que el anterior nadie lo tacha de ladrón y aunque se haya dicho, nadie lo ha podido comprobar, se le tacha de inculto e ignorante, de sobrino de Montiel bla, bla, bla, nada en concreto.
Puede ser sobrino de Hugo Chávez o de Obama el presidente de los Estados Unidos, el es él, pienso y creo en la individualidad y yo no cargaré con la culpas ni de mis hermanos, ellos son los suficientemente hombrecitos como para afrontar sus asertos o equívocos, nadie es propietario ni responsable de lo que otro haga por derecho.
El otro candidato es un maestro en Ingeniería y casi doctor, en alguna de las ramas de su profesión, la señora Josefina, ha sido secretaria de Estado y si su sonrisa no es muy fotogénica, esto no le quita su sabiduría, denostar es de chismosos, requerimos de proposiciones no calificaciones
No confundamos la labor de nuestros candidatos con políticas baratas, la desorientación que ha privado en el ejecutivo nacional no debe ser contagiada a otros renglones, que seguramente buscan los manejadores de la política de estado.
Recuerden que cualquiera que gane será presidente de México y si nosotros lo descalificamos como ignorante, o pen… nos estamos autocalificando ante el consenso mundial.?Creo que México merece respaldo absoluto de sus ciudadanos para con el que triunfe, cada quien tiene sus preferencias, muy valederas y respetables, así que espabilémonos hagamos campañas de propuestas no de descalificaciones, pues bastante descalificados estamos como para agregar una más… la de pentontes.
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