Estas elecciones serán sui géneris porque por primera vez ningún partido tendría mayoría en el Congreso del Estado, lo que significa que quien sea gobernador@ tendría las manos amarradas y le obligaría a inaugurar una nueva era de pluralidad en nuestra entidad.
Tendríamos un estado más democrático y orientado a concertar prioridades en los presupuestos, acabando con los albazos, los mayoriteos y las negociaciones en lo obscurito.
Un fenómeno parecido a este escenario ocurrió por primera vez en México en las elecciones federales de 1997, cuando se renovó El Congreso de la Unión, siendo Ernesto Zedillo presidente de la república y cuando Cuauhtémoc Cárdenas arrasó en los comicios para el gobierno de la Ciudad de México, llevando al PRD a convertirse en la segunda fuerza política nacional.
Hubo 3 grandes ganadores: PRI, PAN Y PRD, pero el resto de los partidos pequeños gozaron de suficiente presencia en la Cámara de Diputados y el Senado de la República.
Ese mismo fenómeno social estamos por vivirlo en nuestra entidad, porque por primera vez en la historia de Nuevo León en este año 2015 muchos partidos contenderán con candidatos muy reconocidos, muy populares y con suficiente experiencia y capacidad.
Significa que no sólo el PRI y el PAN presentan candidatas con mucha fuerza popular, ahora también lo hicieron partidos como Movimiento Ciudadano lanzando al ex gobernador, Fernando Elizondo o el Partido Humanista que registró al popular ex alcalde de Monterrey y de Guadalupe, Jesús María Elizondo o el conocidisimo Jaime Rodríguez Calderón, el Bronco, quien ya reunió las suficientes firmas para registrarse como candidato independiente.
Morena, el partido de Andrés López Obrador será un fenómeno electoral, ya el resto de los partidos y aspirantes como los del PT-PRD podrían desaparecer electoralmente del escenario nuevoleonés.
Los electores hoy tendrán muchas ofertas políticas con candidatos con suficiente posicionamiento acabando con el bipartidismo imperante en la entidad desde la creación del estado libre y soberano del Nuevo León independiente.
Estos candidatos llevarían a sus partidos a alcanzar votaciones que superarían el 5, 10 o el 15 por ciento.
No creo que alguna de estas candidaturas ponga en riesgo a las candidatas del PRI, Ivonne Álvarez y del PAN con Felipe de Jesús Cantú. El voto duro de estos partidos les asegura seguir siendo las primeras dos fuerzas electorales en el estado.
Pero, sí diríamos adiós al bipartidismo, adiós a la mayoría relativa e inauguraríamos una nueva era democrática en Nuevo León.
Si hoy fueran las elecciones en la entidad, Ivonne García, precandidata del PRI ganaría las elecciones con una ventaja del 10 por ciento sobre la aspirante panista, Felipe de Jesús, a menos que el PAN le apueste a caerse al 15 por ciento de la votación como candidato.
El PRI y el PAN van a perder electores con la presencia de los contendientes de Movimiento Ciudadano, Humanista, Morena e Independientes.
El Bronco le quitaría un 5 por ciento de los votos al PRI, sin poner en riesgo el posible triunfo de Ivonne Álvarez que ganaría con un 38 o 40 por ciento de los votos: Fernando Elizondo le restaría un 10 por ciento de los votos al PAN y Jesús María Elizondo otros 5 puntos a la aspirante panista, lo que significaría que su votación caería al 20 por ciento, mientras que Morena abrazaría la votación de la izquierda la cual podría alcanzar un 10 por ciento.
En esa nueva composición, el Congreso del Estado estaría definiendo el rumbo de Nuevo León, haciendo posible la máxima aquella de que el gobernador propone y el Congreso dispone.
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