De cuántas curules le corresponde a cada partido en el Congreso Federal, los números quedaron así, 241 escaños para los priistas, 147 para el PAN, 72 para el PRD, 17 para el Verde Ecologista, 9 para el Partido del Trabajo, 8 para Nueva Alianza y 6 para Convergencia, sumándose tanto las diputaciones por mayoría como las de representación proporcional o plurinominales.
Para tener mayoría absoluta en el Congreso, el PRI requería tener diez diputaciones más, y sólo se quedó como la fuerza política con mayor representación, posición nada despreciable después de tener su peor momento al caer al tercer lugar durante la elección federal anterior.
Veamos cómo ha estado conformada la Cámara de Diputados en la Legislatura saliente, el PAN alcanzó en la elección de 2006, 206 curules, el PRD 126, el PRI 106, Convergencia 18, 17 el Verde Ecologista, el Partido del Trabajo 11 y Nueva Alianza 9.
Los números muestran la recuperación del PRI, pero como diría el obispo victorense, Antonio González Sánchez, no crean que el triunfo se lo deben al pueblo, puesto que sólo el 40 por ciento de electorado salió a votar.
El triunfalismo del PRI está basado en la legislación electoral que no exige un mínimo de participación ciudadana para declarar válidos los comicios, por lo que, aún cuando hubiese acudido un porcentaje menor de votantes, con esos números se establece la legalidad de la elección.
La baja afluencia de los electores a las urnas, deberá tomarse en cuenta en la reforma a la ley electoral, donde se requiere que los partidos hagan la parte del trabajo que les corresponde y motiven a la ciudadanía a salir a emitir su sufragio.
Porque de seguir así las cosas, la participación ciudadana irá en descenso y ahora más que nunca la pregunta que deja en el aire el obispo tiene vigencia: “me pongo a pensar cómo se sentirán los candidatos que ganaron”.
PERDER LA MAYORÍA
Y bien, hasta que por fin alguien del partido Revolucionario Institucional en el Estado se decide a hablar abiertamente de las elecciones para renovar la gubernatura.
Este era un tema vedado, al menos para la dirigencia priista y los funcionarios estatales, por alguna razón evadían hablarlo y fue hasta este fin de semana en el portal Infonorte, en que alguien, y tuvo que ser una mujer, la que se decidiera a tocar un asunto que atañe directamente a los tamaulipecos.
Lupita Flores, secretaria general del Comité estatal, habló no sólo de que la elección federal requiere un análisis profundo seccional por seccional para revisar números y participación ciudadana, también aludió a la fecha de la elección que puede ser en el mes de julio.
Lupita dice que independientemente de que la elección sea en julio, si así lo determina la Suprema Corte de Justicia, o en noviembre, ya se está trabajando con miras a la elección para renovar la gubernatura, las alcaldías y las diputaciones locales.
Y añade que se trata de dialogar y llegar a acuerdos para la designación de candidatos a los puestos de elección popular para obtener las 43 alcaldías y conservar la mayoría absoluta.
Ya que es ahí donde está el riesgo, si el PRI no conserva la mayoría absoluta en el congreso estatal, si sale electo un gobernador de este partido pero no logra quedarse con la legislatura a su favor, tendrá serios problemas para gobernar, como le sucedió a Natividad González Parás, en Nuevo León, que tuvo a los diputados panistas en contra.
No descartemos que los partidos de oposición, especialmente los panistas se reorganicen, después del descalabro en la elección federal y vayan por la mayoría en el Congreso tamaulipeco.
GANAN DEBATE POLÍTICO
El concurso de debate político realizado el pasado viernes por el Instituto Tamaulipeco de la Juventud, dejó como ganadores a Javier Manuel Treviño Hernández de Reynosa, Carlos Iván Valle López y Javier Lozano Rodríguez, ambos de Nuevo Laredo, en primero, segundo y tercer lugar, respectivamente.
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