El pasado 9 de diciembre el INEGI dio a conocer el incremento en el índice de precios al consumidor, lo que comúnmente denominamos inflación.
El incremento fue del 7.4 por ciento, el más alto que se ha registrado desde hace 20 años, con el riesgo latente de que, para enero, con la acostumbrada cuesta, el índice de precios al consumidor rebase los dos dígitos.
Esta información vino a confirmar lo que las familias ya sabíamos, nos percatamos del aumento en los precios de los productos básicos, al acudir a cualquier tienda o supermercado.
La alta tasa de inflación fue producto de varios factores, el principal fue el efecto de la pandemia, que además de su letalidad maltrató a las economías del planeta.
Otra causa fue la des incentivación de la inversión privada en el país, como producto de reiterada política de criticar a los empresarios desde Palacio Nacional, y finalmente, la decisión del Presidente de proponer y del Senado de aprobar el nombramiento de Victoria Rodríguez Ceja como Gobernadora del Banco de México, una persona que no tiene la experiencia para llevar adelante la política monetaria del país.
La inflación elevada afecta el poder adquisitivo de las familias y crea incertidumbre en las empresas, algunos bancos centrales cometen el error de imprimir más papel moneda para apoyar a las familias con incrementos salariales, pero esta medida sólo impulsará a nuevos incrementos inflacionarios.
Una solución es utilizar a la tasa de interés como instrumento de política monetaria para retirar el excedente de dinero a través de operaciones de mercado abierto.
El Banco de México puede aumentar la tasa de interés con el propósito de incentivar a todos los participantes de la economía a deshacerse de su liquidez mediante depósitos bancarios y con la adquisición de instrumentos de deuda gubernamental.
Veremos si la nueva Gobernadora, que entrará en funciones precisamente en el próximo mes de enero. Será el momento de saber si mantendrá la autonomía o seguirá recibiendo órdenes desde Palacio Nacional.
Los integrantes de la Junta de Gobierno de BANXICO deben estar sumamente preocupados por esta elevada alza inflacionaria, por lo que los ciudadanos esperamos que tomen la mejor decisión para que la inflación vuelva a las tasas normales del 3 o 4 por ciento anual.
Si no lo hacen bien, en el mes de enero podría dar inicio a la tormenta perfecta que afectará las finanzas públicas y el ingreso de las familias de México.