La palabra “Influencer” es relativamente nueva y parte de la cultura de las redes sociales. Por su parte, el concepto de “Líder de Opinión” nació con el surgimiento de los medios masivos de comunicación. El término “Influencer” es un anglicismo que se traduciría al español como “influenciador”, palabra que como tal, tampoco existe y que de hecho y en concepto, incluye pero trasciende, y por eso es distinto a ser “influyente”.
Como el término lo indica, un líder de opinión es una guía para encauzar a la opinión pública, o el modo de pensar de las masas en relación a algún tema en particular. Como la acción del líder de opinión opera sobre el pensamiento, se requiere que el líder sea inteligente. Tanto así que sus argumentos coadyuvan a que los individuos que en su conjunto componen las masas, formen su criterio en base a los argumentos de dicho líder.
El “Influencer” por su parte opera como un modelo a seguir en términos de actitudes y conducta: imponen modas, estilos, formas de ser, de vestir, de hablar. Influyen en la medida en la que sus seguidores buscan ser como ellos, o verse como ellos, consumir como ellos, en modo y moda….mas no necesariamente “pensar” como ellos.
Mientras que el líder de opinión debe argumentar para sustentar sus ideas y convencer actuando sobre el criterio y el pensamiento y es percibido por los demás como una autoridad o una fuente confiable de información, noticias, o reflexiones; el Influencer se presenta como modelo a seguir y opera sobre las tendencias y el comportamiento. El líder de opinión es más de tipo intelectual, mientras que el Influencer es conductual. El líder de opinión apunta a lo cognitivo, mientras que el Influencer opera en lo conductual.
Sin embargo, en ambos casos, tanto el líder de opinión como el Influencer basan su poder en el número de seguidores con los que cuentan, (entre 10.000 y 100.000 seguidores. Macroinfluencers: entre 100.000 y 500.000 seguidores. Megainfluencers: entre 500.000 y 1.500.000 seguidores. Famosos: más de 1.500.000 seguidores) en el impacto que producen en ellos y en su capacidad para liderar y/o influenciar criterios y conductas respectivamente. No existe un numero específico para determinar cuántos seguidores necesite un líder de opinión para ser considerado como tal, porque para muchos líderes de opinión basta con impactar a los líderes y/o autoridades de la comunidad y luego estos repercuten dicha influencia a la comunidad en general.
Es importante entender que el número de seguidores no es garantía de que la opinión del líder o la modalidad del Influencer sea buena…Existen (desafortunadamente), poderosos liderazgos y poderosas influencias muy perniciosas y negativas, y aun así son muy populares y cuentan con seguidores numerosos ya sea por fanatismo, por moda o tendencia, por un carisma superficial o por cualquier otro motivo fuertemente atractivo para las masas pero de poco peso intrínseco. El número de seguidores los hace efectivos, pero no necesariamente positivos.
Lo interesante es cuando vemos que un líder de opinión es a la vez un Influencer y viceversa. Entonces tienen el poder integral para guiar y moldear lo cognitivo y lo conductual en las masas que los siguen….es el poder de ser y parecer, pensar y hacer, en plena congruencia, coherencia, constancia, y consistencia. La pregunta para unos y otros es: ¿Qué tan conscientes están de la responsabilidad que implica el rol que desempeñan?