Ellos sonríen. Todos. Qué importan los 38 grados centígrados y el bochorno bajo ese enorme toldo plástico a unos metros de la Presa El Cuchillo, en medio del semidesierto norestense y bajo un cielo despejado. El retraso del presidente es comprensible, un ajuste de tiempo normal, aunque por protocolo la espera fue de más de dos horas y media.
No hay problema. Quizás los desesperados sean los reporteros, pero, qué más da.
Los más contentos están en las sillas acomodadas al centro y en las primeras filas frente al pódium que destaca: ACUEDUCTO EL CUCHILLO II Primera Etapa. PUESTA EN OPERACIÓN, China, Nuevo León, 13 de septiembre de 2023, con los logotipos de Gobierno de México, Conagua, Acueducto El Cuchillo II y Gobierno de NL.
Sonríen, en la parte central del graderío de sillas la crema y nata del empresariado regio y sus aliados financieros. Los canacitros, los de Villacero, los de Tubac, los de Ternium, los Garza Ponce, los de Voltrak, los Maíz Mier, los de Cemex, incluyendo a la leyenda Tigre, Don Alejandro Rodríguez, codo a codo, con la clase política Naranja, Javier Navarro Velasco y Hernán Villarreal, entre otros.
Hay poca agua en la presa El Cuchillo, menos de 42 por ciento, pero ya está listo el nuevo acueducto de 90 kilómetros para aumentar el suministro de agua a los usuarios de la zona metropolitana de Monterrey.
La obra tuvo un costo de alrededor de los 12 mil millones de pesos, con financiamiento a mitades, Gobierno Federal y Gobierno Estatal con constructores meramente locales, bajo la gerencia del proyecto por parte de la Sedena.
La obra estuvo, al más puro estilo de la milicia y de los regios, en tiempo récord de un año, cuando en otros escenarios hubiera demorado alrededor de los cuatro años, dicen los que saben.
Las sonrisas están a flor de piel. Sonríe el presidente Andrés Manuel López Obrador, tan pronto llega al pódium; sonríe el gobernador Samuel García, sonríe la secretaria de Gobernación Luisa María Alcalde, sonríen, ropimendo su tradición, el secretario de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval González y los también generales ingenieros operativos de la obra, Salvador Cervantes Losa y Camilo Martín Hernández Trejo.
No se diga el director general de la Comisión Nacional del Agua, Germán Martínez Santoyo, se ve satisfecho; el director general de Agua y Drenaje de Monterrey Juan Ignacio Barragán Villarreal; el presidente de Caintra, Máximo Vedoya Raimondi, el director general de Caintra, Juan Pablo García y el subdirector de Agua Potable, Drenaje y Saneamiento, de la Comisión Nacional del Agua, Felipe Zataráin Mendoza. Todos contentos.
Pero, no hay que cantar vitoria, los técnicos como Germán Martínez Santoyo los saben, agua superficial queda hoy muy poca, y Samuel García ahora sí está consciente de ello y por eso ahora presume con moderación. Hoy no lanza las campanas al vuelo.
El Cuchillo II, lo saben, no es la solución definitiva al talón de Aquiles regio, pero es parte del Plan Maestro que incluye proyectos, como éste, a mediano y largo plazo para superar el problema del abastecimiento de agua en el hoy Monterrey y su zona metropolitana (altamente industrial) de 5.4 millones de habitantes.
Luego los aplausos de todos y para todos. Los principales los pide Samuel García, para la totalidad de los partícipes del proyecto, pero sobre todo para el presidente de la República.
…“Tenemos muchos agradecimientos que dar, empezando por usted. Gracias al presidente, hoy Nuevo León tiene ya dos proyectos mayúsculos, me refiero a la presa Libertad, la cortina más grande de América Latina, y el acueducto Cuchillo II, construido en tiempo récord de un año, en el cual gobierno federal y estado nos pusimos de acuerdo, fuimos a mitades y hoy son una realidad para todo nuestro estado. Un aplauso, por favor, a nuestro presidente, que le echó las ganas”.
En su momento, el presidente también respaldó al Gobernador y también pidió ovación para todo el equipo de la iniciativa privada y de las instituciones gubernamentales que construyeron el acueducto y para el gobernante.
En el colofón de su discurso, el presidente, que tiene un buen de meses respaldando –incluso en sus aspiraciones políticas- palmeó al joven gobernador neolonés.
“Y ya termino, nada más haciendo un reconocimiento muy especial, el mayor reconocimiento al gobernador de Nuevo León, Samuel García, porque, como es sabido, pertenecemos a movimientos distintos, pero él ha entendido que tenemos que trabajar juntos, más allá de las banderías partidistas o políticas, más bien politiqueras; eso lo ha entendido muy bien Samuel y por eso hemos podido avanzar, no nos ha costado trabajo ayudar como se merece el pueblo de Nuevo
León.
La convergencia de ambos está en sintonía. Sin mencionarlos por sus siglas, exhibieron a la vieja política que combaten, porque esta obra se realizó por fin en este tiempo, 30 años después de estar solo en proyecto, y sin la corrupción que campeaba en la ejecución de obras.
“¿Qué pasaba anteriormente? Se estimaba una obra como ésta en 12 mil millones y terminaba costando 24 mil millones; ahora no. Sí hay que considerar un incremento, pero no va a pasar de 12 mil, porque no hay corrupción”, dijo el presidente López Obrador.
Y los empresarios de las 10 compañías que hicieron cada firma un tramo de 9 kilómetros de obra, contentos aplaudían.
El evento cerrado reunió principalmente a constructores, personal de las dependencias gubernamentales federales y estatales involucradas en el proyecto y contados funcionarios federales habilitados en Nuevo León ahora maraca 4T, como la delegada de los programas federales Judith Díaz y el delegado de la Segob,
Héctor Gutiérrez de la Garza.
También acudieron sindicalistas mineros de Altos Hornos de México de las secciones 147 y 288 y jubilados de la UANL, que enfrentan problemas de pagos de salarios y de pensiones. Ellos, unos 80 mineros y unos 20 jubilados de la Universidad le dieron el toque folclórico político al evento, al entregar sus peticiones por escrito y emitir el coro de batalla: “Es un honor/ estar con Obrador…/.
Minutos antes, a López Obrador ya lo habían vitoreado los alumnos de una escuela de China, Nuevo León, donde descendió del helicóptero militar para llegar al evento. Allí se dejó querer por los niños que pegados a la barda ciclónica de la escuela le gritaron: “Presidente/ presidente…”, y le pidieron autógrafos.
La gira del presidente fue de pisa y corre, pero dejó un saldo a favor, en el que todos ganan y sonríen. Ahora, a esperar que llueva.