Si consideramos que la educación social puede ser un gran aliado de los pueblos que mantienen una polarización socioeconómica, entonces debemos estudiar su naturaleza y aplicarla para acortar la brecha existente entre unos grupos y otros. Necesitamos equilibrar y balancear a los grupos sociales de los países latinoamericanos si queremos vernos en mejores posiciones en el contexto global de la competitividad y para ello es que deseamos llegar a una propuesta que nos acerque a ello.
Si bien es responsabilidad de otras áreas de los gobiernos el erradicar la pobreza y brindar seguridad a los habitantes de las naciones del mundo, podemos encontrar en la educación social alternativas de solución a los rezagos que en materia educativa presentan los países latinoamericanos.
Principalmente, abordaremos cuestiones inherentes a la implementación de políticas públicas educativas y su desfasamiento al ser puestas a la práctica por los actores reales de la educación.
La educación contemporánea presenta cuadros acelerados de movilidad permanente y no siempre al mismo ritmo. Bajo esa tesitura, debemos llamar la atención de todos los agentes sociales que participan en los diferentes procesos educativos: Funcionarios públicos, maestros, líderes sindicales, padres de familia y organismos no gubernamentales, a fin de que se involucren de tal forma que asuman nuevos roles de participación necesarios para lograr cumplir el reto de mejorar la educación.
La modernización educativa en el contexto mundial debe ser analizada, para entender la naturaleza y el origen de nuestros problemas, para encontrar soluciones a ellos. Para mejorar la educación, no solamente debemos revisar la dirección, administración y evaluación de nuestros programas; adicionalmente a ello y de forma preponderante debemos gestionar mayores recursos y aplicarlos correctamente y lo más importante, debemos abrirnos a la cultura del aprendizaje, ese es el gran reto.
De esa misma manera, debemos unificar el lenguaje y la aplicación de políticas educativas entre la burocracia gubernamental y los actores reales de la educación; entendiendo a aquella como el grupo de funcionarios y legisladores que diseñan las políticas públicas y a los actores de la educación como quienes se encargan de transmitir los conocimientos y de fortalecer la motivación para aprender de los alumnos (maestros, directivos de planteles, padres de familia).
En efecto, mientras la burocracia observa el problema educativo a través de conceptos de economía, de aplicación de recursos, de distribución del ingreso, los actores reales de la educación la observan a través de conceptos basados en la pedagogía, la psicología, la sociología y la filosofía. En ese sentido, tenemos mucho que trabajar para empatar a quienes le dan vida base y vida a la educación en nuestros países; para acercar a la política y la práctica (ambas educativas evidentemente).
El estancamiento económico, la crisis de seguridad, la inestabilidad política, la extrema pobreza y la mayor marginación social son las principales características de los países latinoamericanos y con ellas deben lidiar día con día; esto nos obliga a presentar proyectos innovadores que quizás rompan viejos paradigmas relacionados con la centralización y la descentralización de la educación.
A continuación, algunas propuestas:
• Relanzamiento de una educación científica
Actualmente en América Latina existe un analfabetismo científico que demanda atención urgente. Las ciencias deben impartirse a los niños desde los primeros años a fin de que aprendan a explorar sin memorizar, utilizando el método científico. Actualmente Latinoamérica cuenta con las más bajas aportaciones en materia científica, cuenta con los presupuestos más bajos destinados para la investigación y existe una sobre población estudiantil estudiando humanidades.
Nuestros países requieren más interés por las ciencias exactas, por la biología, por la química, por la física, por la astronomía y evidentemente menos interés hacia los aspectos sociales; debemos equilibrar ambos aspectos y despertar el gran potencial de nuestros niños para adentrarse al mundo de las ciencias naturales.
• Gasto público a la educación
Parte fundamental en el proceso de incentivar la educación científica requiere capacitación y deseos del personal docente para lograr los objetivos trazados.
Sin embargo, mientras tengamos maestros mal pagados cualquier esfuerzo será inútil en ese sentido, quizás por ese motivo nos podamos explicar que en Latinoamérica haya una fuerte tendencia al sindicalismo y la intensidad con la que defienden sus derechos y prestaciones; y no es que critiquemos estas legítimas aspiraciones, sin embargo de estar bien remuneradas sus actividades, no habría necesidad de ello. Ejemplos en nuestro país tenemos muchos como lo acontecido en el Estado de Oaxaca y las negociaciones del Sindicato de Maestros con el gobierno y en los que han terminado incluso hasta suspender por más de un ano las clases afectando a toda la población estudiantil.
• El problema de no actuar
Si dejáramos las cosas tal y como están ahora, nunca alcanzaremos el nivel óptimo ni la madurez educacional para ser más competitivos. Nuestras economías siguen sin mostrar niveles de crecimiento y las crisis políticas seguirán en aumento por lo que urge tomar cartas en el asunto para revertir estas tendencias a pesar del entorno.
Necesitamos que las decisiones tomadas desde el gobierno se vean traducidas y reflejadas en las aulas: Ese es el gran reto.
En el caso de los recursos financieros, debemos reorientar más gasto a los presupuestos destinados a la educación y utilizarlos eficientemente; esto implicará que otras áreas del gobierno se vean afectadas, sin embargo la jerarquización del problema educativo está por encima del resto de muchos asuntos de orden público que actualmente se llevan la mayor parte de los dineros públicos.
Por otra parte, nuestros países requieren de más educación tecnológica y dejar quizás la universidad para quien pueda financiarla antes de pensar en subsidiarla. De igual forma requerimos que se involucre la sociedad civil para que apoye de manera adicional a las comunidades más marginadas.
Ahora bien, el problema de no actuar ante tan oscuros panoramas en nuestros países, es que detonaremos grandes crisis sociales de generaciones enteras, creciendo sin valores, sin sentido de pertenencia y con facilidad para integrarse a las actividades antisociales y delictivas. Las actividades escolares serán la última oportunidad de los gobiernos para garantizar que nuestros niños tengan éxito en sus proyectos de vida, aún con problemas familiares y económicos.
Necesitamos educación de tiempo completo, con maestros calificados, instalaciones adecuadas y equipadas.
• Análisis de factores que limitan la calidad de la educación.
Cada país debe revisar a fondo qué factores limitan la calidad de la educación y crear soluciones de la mano de los docentes y de las organizaciones sociales, en donde se alcancen logros tales como condiciones elementales para vivir armónicamente en sociedad y trabajar en ello; sistemas educativos mas incluyentes, enfocados a atender especialmente a las familias más pobres y evitar la discriminación en las escuelas.
• Políticas públicas orientadas a fortalecer la educación social
No cabe duda de que la escuela y su concepto hoy en día es vista como garante de la reproducción social y cultural de la humanidad. En esa tesis, requerimos que participen de igual manera la familia, los grupos sociales y los medios de comunicación a fin de ser más efectivos en la consolidación de nuestros procesos educativos.
En esta parte, encaja perfectamente la forma en la que la educación no formal puede participar y desde la sociedad civil y fuera del sistema educativo nacional se fomentan los desempeños de diversos oficios u otras actividades comunitarias.
La educación social y su enfoque pedagógico para crear estrategias de colaboración para tener una mejor comunidad, puede encargarse de las personas que tienen o encuentras dificultades para entablar relaciones sociales. Debemos motivar el fortalecimiento de los programas gubernamentales que atiendan estos casos.
México y el resto de los países latinoamericanos enfrentan hoy en día grandes problemas que han afectado sus procesos educativos. Uno de los principales retos es hacer entender a los gobernantes que resolviendo el problema educativo se resolverán en consecuencia muchos otros aspectos de la vida pública y que merece por tanto la pena hacer el intento de apostarle a ello.
Las políticas públicas educativas, su diseño, implementación y evaluación, deben incluir las opiniones de los actores reales de la educación; esa es la única garantía de que al ser aplicadas a las aulas, tengan éxito.