El 1 de noviembre inicia un mes intenso, revelador y acaso definitorio para el futuro de la humanidad. En astrología, noviembre es el mes de Escorpión, tutelado por Marte, que simboliza la destrucción y el renacimiento. Tres sucesos marcarán el destino de la vida en el planeta; todos ellos programados para el décimo primer mes del 2024: la respuesta de Irán al ataque sionista, que puede iniciar la 3a. Guerra Mundial; la elección presidencial en Estados Unidos y la resolución de la SCJN sobre la Reforma Judicial.
En los tres casos se enfrentan privilegios contra derechos. Desde una perspectiva profunda, los instintos básicos, comunes a todo ser viviente: de supervivencia, gregario y reproductivo, permitieron la evolución de los homínidos para llegar al hombre moderno capaz de pensar, decidir y crear. Tanto instintos como atributos intelectuales se manipulan para crear élites económicas, políticas y sociales; el resto pasan a ser plebeyos, esclavos, trabajadores y actualmente definidos como bestias.
El expansionismo sionista, que no judío, ha desestimando los mandatos de la ONU de 1947, cuando la Asamblea General adoptó la Resolución 181, en la que se decidió dividir Palestina en dos Estados, uno árabe y otro judío, con la ciudad de Jerusalén bajo control internacional. Igual la del 18 Septiembre 2024, Paz y seguridad, mediante la cual: “La Asamblea General de la ONU ha adoptado una resolución que exige a Israel poner fin a su presencia ilegal en el Territorio Palestino Ocupado y que lo haga a más tardar en 12 meses”.
De la mismas manera, desacata sus obligaciones legales en virtud del derecho internacional, incluidas las estipuladas por la Corte Internacional de Justicia: “Retirar todas sus fuerzas militares del Territorio Palestino Ocupado, incluidos su espacio aéreo y marítimo, y poner fin a sus políticas y prácticas ilegales, incluido el cese inmediato de toda nueva actividad de asentamiento, la evacuación de todos los colonos del Territorio Palestino Ocupado y el desmantelamiento de las partes del muro construido por Israel que están situadas en el Territorio, y derogando toda la legislación y las medidas que crean o mantienen la situación ilegal”.
LA DICOTOMÍA NORTEAMERICANA
En los Estados Unidos, el día 5 de noviembre, habrá elecciones generales para presidente, miembros del Senado y de la Cámara de Representantes, además de otros cargos ejecutivos y de representación. Para decirlo de una manera simplista, los partidos Demócrata y Republicano no pueden hacer variar mucho el espectro político, económico y social; ambos son de formación capitalista y, aunque uno hable de la gente y el otro de los trabajadores, están sujetos a la voluntad de los poderes fácticos.
La vicepresidenta Kamala Harris ha tenido mucha suerte. Irrumpió en la escena política como una opción fresca, amable y preparada. Un viejo y conocido refrán asegura que caballo que alcanza gana; ella va adelante en la carrera presidencial por algunos puntos; sin embargo, no ha avanzado más por su renuencia a mostrarse más progresista y a deslindarse de los errores del presidente Biden, que ha tenido logros sustantivos, pero no ha podido resolver los nudos torales que agobian a Norteamérica.
El expresidente Donald Trump se ha mostrado tal cual es: grosero, xenófobo y sectario, características que le han ganado la simpatía de amplios sectores de la sociedad estadounidense, especialmente los menos preparados y los menos favorecidos que creen que la falta de trabajo bien pagado se debe a la inmigración extranjera. Su historial no es de un aspirante presidencial típico; quizá por ello tiene un nicho duro de votantes que se identifican con él en cuanto a aprovechar oportunidades en lugar de trabajar duro para obtener riqueza.
Se dice que, por fortuna, México no entró en los debates políticos para ganar la presidencia, aunque sí hay referencias y hasta amenazas de deportación para todos los trabajadores indocumentados que en este momento se encuentran en tierras americanas, además de los amagos de cerrar las fronteras que difícilmente puede llevarse a cabo por la afectación a la economía norteamericana que no está en su mejor momento debido al elevado déficit fiscal y las subvenciones a grandes corporaciones.
En asuntos internacionales, las maniobras del triunfador de los comicios estarán acotadas por las cámaras del Congreso, que, finalmente, es el que decide, aunque el presidente es el encargado de la política exterior de los Estados Unidos. Desde fuera se percibe que Harris favorecería a Ucrania en su guerra con Rusia, mientras que Trump mantendría su apoyo incondicional a Israel. Es posible que la respuesta de Irán al ataque israelí se defina hasta después de las elecciones, con lo que se abre una oportunidad de evitar lo que hasta este momento parece inevitable: una conflagración nuclear.
LA CORTE EN DECLIVE
Al interior, la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha programado para el martes 5 de noviembre la sesión en la que se analizará la propuesta del ministro Juan Luis González Alcántara de invalidar la elección de jueces y magistrados aprobada en la Reforma Judicial que cumplió cabalmente con todos los requisitos constitucionales: aprobación en la Cámara de Diputados, aprobación en el Senado, aval del Congreso General, ratificación de los congresos locales, pase a la Presidencia de la República y publicación en el Diario Oficial de la Federación para su entrada en vigor.
El tal ministro tuvo su oportunidad de presentar alternativas a las reformas a la ley; ahora, ya no puede. La sabiduría popular asegura que palo dado ni Dios lo quita. La enorme soberbia de que están imbuidos les impidió entender el tiempo que estaban viviendo. Se creyeron la divina envuelta en huevo y querían que se les guisara aparte, nomás que el mandato popular expresado en las urnas, los puso en su lugar y pronto de patitas en la calle.
Pide González Alcántara que la elección popular se aplique en los ministros de la Corte; pero, no en lo que se refiera a jueces y magistrados, esos que en este momento siguen resistiendo y oponiéndose a la vigencia del estado de derecho fundamentado en la Constitución. Su empeño me hizo recordar cuando un celador del Resguardo Aduanal tramitó un préstamo bancario de 300 mil pesos para comprar una plaza de cabo.
“En seis meses lo pago”, dijo al banquero que sabía que así podría ser. Nomás que Carlos Salinas cambió la ley para que todos los beneficios del contrabando, que antes se repartían a nivel local, fueran concentrados en manos del hermano incómodo. Así ahora: los acuerdos y transas previas, se vienen abajo. Ya nada de que “me das tu hora; si, pero tú mañana”. Nada de que acomodo a tu hijo y tu a mi yerno; nada de que te heredo mi plaza; nada de pensiones superlativas para toda la prole.
Los ministros, que ya renunciaron, van a hacer otro ridículo, pues, bien lo dijo Ricardo Monreal: “No hay capacidad jurídica por parte de ellos, no les está facultado tener control jurisdiccional sobre adiciones y reformas a la Constitución, se extralimitarían, serían facultades exorbitadas, invadirían el Poder Legislativo y sus facultades. Todo esto sería una verdadera aberración. De acuerdo con la Constitución, procede declararse totalmente improcedente cualquier recurso que se interponga contra reformas y contra adiciones a la Constitución”.
Como se ve, noviembre, el mes de escorpión, viene cargado de buenos y malos presagios que pueden ser de destrucción de la humanidad y su hábitat, o de renacimiento del sentido humano de la vida. En México, ocurrió el despertar de las conciencias gracias al incansable trabajo de Andrés Manuel López Obrador cuya mayor virtud ha sido la congruencia; en Estados Unidos puede ocurrir, aunque hace falta más trabajo y mayor definición, pero queda poco tiempo. En el Medio Oriente, la moneda está en el aire con la luna nueva en escorpión.