En el informe del Colegio de México dirigido por el académico Sergio Aguayo se destaca además de “las negaciones e ineficiencia del gobierno de Egidio Torre” en torno a la masacre de San Fernando, una cuestionable actuación de la Comisión de Derechos Humanos Humanos del Estado de Tamaulipas que en el 2010 era dirigida por Bruno del Río y que durante la realización de esta investigación en el presente año está encabezada por José Martín García Martínez.
“Solicitamos información en el 2016 a la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Tamaulipas (CODHET). Su respuesta fue escueta y evasiva. Se excusaron diciendo que la Comisión Nacional de Derechos Humanos, CNDH, había iniciado de oficio una investigación y emitido una Recomendación. Es cierto que instituciones nacionales tomaron la responsabilidad del caso, pero la CODHET pudo haber hecho muchísimo más por los migrantes”, señala el informe.
“La recomendación 80/2013 de la CNDH documenta muy bien el poco profesionalismo de la Procuraduría de Justicia del Estado de Tamaulipas. Es el caso, por ejemplo, de la forma como manejaron los cuerpos de los 72 migrantes”.
Habría que añadir que durante este tiempo el procurador fue Ismael Quintanilla Acosta.
Los investigadores formulan varias preguntas: “¿A qué se debe el comportamiento del gobierno tamaulipeco?, ¿era incompetencia o existían complicidades con el crimen organizado?”
Lo que aquí se detalla es sólo una pequeña muestra del resultado de la investigación de ocho meses del grupo académico del Colmex dirigido por Aguayo, donde hay nombres específicos de funcionarios que se comprometieron en dar a la ciudadanía tamaulipeca paz y seguridad, y en su lugar fueron omisos e irresponsables.
¿Qué sigue en este tema y muchos otros donde la omisión de las autoridades tamaulipecas ha sido más que evidente?
La palabra la tiene el actual mandatario al servicio de las y los tamaulipecos.
60 DÍAS
Tres meses es el plazo que tiene la administración panista para averiguar todo lo averiguable en torno a cómo dejaron la administración tanto a nivel estatal como municipal sus antecesores.
Ese es el lapso de tiempo del que dispone para hacer los señalamientos necesarios en caso de que encuentren anomalías en el manejo de los recursos.
Hasta este momento, después de casi doce días en el poder, no ha habido ningún señalamiento serio y contundente contra la forma en que operó la administración encabezada por Egidio Torre.
Tampoco hay señalamientos serios contra las administraciones municipales que dejaron los ayuntamientos el día ultimo del mes pasado.
A la administración estatal a ver si no le pasa lo que está sucediendo en Nuevo León donde a Jaime Rodríguez se le está haciendo bolas el engrudo y no ha podido agarrar legalmente a ninguno de los ex funcionarios, menos a su antecesor Rodrigo Medina.
Lo que fue una bandera electoral, se convirtió pronto en un compromiso incumplido, a un año, de lo único que puede presumir El Bronco, es que anda muy entusiasmado con la grande, sin pensar que la única forma de llegar es haciendo grande a su estado.
Me pregunto, qué pasaría si en este país la ciudadanía dejara de trabajar, de producir dinero a través de los impuestos, todo colapsaría seguramente.
Lo que me lleva a pensar que gobiernos van, gobiernos vienen, de un color y de otro, con siglas, sin siglas, y el país se mantiene en pie, ello me lleva también a concluir que los mexicanos son más grandes que sus gobiernos.
Lo veo día con día en Tamaulipas, observo a los hombres y mujeres que van a trabajar, llevan a sus hijos a la escuela, no se detienen, no se ponen a reflexionar si habrá o no balacera, si alguien intentará secuestrarlos o asaltarlos, siguen adelante.
Mientras los representantes del gobierno andan en otra esfera, la de la política lejana de la población, asomándose levemente a las vidas de quienes ellos tienen el compromiso de mejorar.
Por eso y al ver las declaraciones de la hermana de Francisco Chavira que cae en lo mismo que la secretaria de Salud y el de Educación, que insisten en encontrar aviadores en la nómina, como si en eso se les fuera la vida y como si eso fuera lo más importante en su área, me quedo pensando, ¿es esa clase de funcionarios públicos que necesita Tamaulipas en estos momentos?
El discurso que comenzó desde la toma de posesión a ahora, está perdiendo su brillo muy rápidamente, eran sesenta días, quedan 48.
Y al paso que van creo que sí habrá borrón y cuenta nueva.
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