No hay duda de que en la guerra, en el amor, en el futbol… y en la política todo se vale, porque para ir en busca del poder se negocian, se ganan y sobre todo se pierden muchas cosas, en algunos casos la dignidad.
En el PRI los militantes con décadas de tener colgado su gafete se tuvieron que tragar el orgullo cuando el presidente Enrique Peña Nieto designó a José Antonio Meade como próximo candidato a la presidencia, sin tener ni siquiera dos palabras escritas en su hoja de currículum tricolor.
Quizá estuvo peor en el PAN, pero simulado, porque mientras de nuevo el expresidente Vicente Fox Quesada levanta la mano a Meade, como lo hizo con Peña Nieto en 2012, por otro lado Margarita Zavala y su marido Felipe Calderón Hinojosa harán hasta lo imposible para NO alcanzar las firmas para ella en su aspiración independiente.
Porque sucederá pronto el siguiente acto: Zavala harán una rueda de prensa y se pronunciará a favor de Meade -quien en el sexenio de su marido fue parte del gabinete encabezando una secretaría-, y se lanzará al cuello contra Andrés Manuel López Obrador.
En el bando de la izquierda, el Partido Encuentro Social (PES) terminó aliándose con MORENA para apoyar a AMLO a la presidencia, aunque ambos partidos choquen en sus propuestas y defensa de la familia, sobre todo en temas de matrimonios de parejas del mismo sexo y del aborto.
La alianza de MORENA con el esquirol Partido del Trabajo (PT) fundado por Carlos Salinas de Gortari a comienzos de los 90, restó simpatías al tabasqueño en su tercer intento por llegar a Los Pinos.
Por su lado los desprestigiados y parásitos Partido Verde y Nueva Alianza no podrían sobrevivir solos y volverán a hacer coalición con el PRI en 2018.
Así termina este año… y viene lo peor.