Según la historia, la plutocracia se instituyó en Cartago Grecia, allá por los años 300 a 146 AC.
La plutocracia a diferencia de la democracia, basa su fortaleza en la riqueza, y ésta, en obtener el poder a como sea. La plutocracia no tiene base filosófica alguna, es decir es amorfa, ¡sólo el obtener el poder por el poder mismo!
Como el manejo y mantenimiento político es costoso, en nuestro país los grupos oligárquicos que la conforman, se les ocurrió la estupenda idea, de que el estado mexicano mantuviera económicamente a sus partidos políticos.
Por ello México es el único país en el mundo, donde abiertamente el estado sostiene económicamente a los partidos políticos; eso sí, muy cuidadosos en obtener un número determinado de votos, de otra forma perderán su subsidio, (divide y vencerás) en ello se gastan cientos de millones de pesos, creando solo mafias partidistas, posesionados de las siglas de los partidos.
No del todo es mala la plutocracia, mientras aún la codicia siempre imperante no los rebasa, pues entre las disputas algo queda de bien.
Sin embargo a nuestra sociedad plutocrática no democrática, no le interesa el bienestar de la sociedad, sino el bienestar personal, por ello la existencia de recitadores políticos, cuyo discurso sigue siendo el mismo desde hace décadas, sólo fechas y nombres cambian, a pesar de que el mundo y por ende la política, está en constante transformación.
Tamaulipas, la que por una u otra razón, tuvo un gobierno derivado del voto de un muerto, -a quien la sociedad ya se le había entregado- cursó estos seis años “de muertito”, en manos de la mafia de la construcción.
No importó la población civil, el compadrazgo y la ineficacia, de personas que no sólo engañaron al gobernante, sino también a miles de personas que en él creyeron.
Nada menos el viernes pasado tuvo lugar la inauguración de una cancha deportiva, a la que asistió el mandatario estatal, pero obvió su presencia en la inauguración de un evento estudiantil, en la misma ciudad de Reynosa y la misma hora, a la que asistieron cerca de cinco mil estudiantes, convocada por el CCIES (Consejo de Universidades) en donde se ofertaban estudios y carreras profesionales, de universidades privadas, base fundamental del futuro tamaulipeco ¡ésta fue olvidada!
Así son las cosas, optó como señalo por apoyar al deporte, cuyo beneficio final, siempre pertenece al grupo plutocrático que lo aprovecha. Es decir, ganar sin invertir, ese es el “business” sin siquiera voltear, todos los directivos estatales acompañantes enviaron a sus cuarterones a representarlos, en el acto educativo; asistiendo los propietarios al deportivo, sí también las universidades son de negocio, pero se invierte dinero particular como en la agricultura, ganadería, pesca, industria, en donde si bien hay satisfacciones, hay riesgo, por ello los partidos antagónicos desean hacer trizas al PRI pues los gobiernos, olvidaron su origen y desarrollo. ¡No se vale!
Suena ríspido, tal vez grosero, pero en este juego de la pirinola, la sociedad está “hasta la mother” del toma todo que ellos obtienen, los demás sólo ven puro taco de ojo. Porque bien harían en apoyar a nuestros candidatos que son buenos, a la juventud, un poco de sentido común sería benéfico.
Lo de la plutocracia que existe, bien haría en apoyar al amolado de hoy ¡es pertinente!
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