La segunda camada

La toma de protesta de Miguel Cavazos Guerrero, hijo del ex gobernador Manuel Cavazos, como dirigente de las juventudes priistas en Tamaulipas puede crear un mal ambiente porque los jóvenes que tenían intención de participar en la política se desanimarán ante este hecho.
De por sí hay recelo y desconfianza entre los jóvenes hacia los políticos y ahora que el hijo de un ex gobernador ocupa un cargo tan importante, les hará pensar que cualquier ciudadano no tiene posibilidades de avanzar en este campo.
El hijo de Cavazos Lerma reclama su derecho a participar en la política desde una posición envidiable y asegura que tendrá como objetivo que los jóvenes sean tomados en cuenta para candidaturas, no sólo para pegar propaganda y hacer proselitismo a favor del PRI.
Desde que el PRI es PRI hemos escuchado ese mismo reclamo, pero en escasas ocasiones se toma en cuenta, es parecido a lo que sucede con el sector femenil, que siempre es mencionado como uno de los pilares que le hace ganar puestos de elección popular a este partido, pero a la hora de repartir candidaturas las mujeres sólo aparecen como suplentes.
La participación de Cavazos Guerrero en el Frente Juvenil Revolucionario tiene diversas lecturas, pero una innegable es que su padre mantiene una buena relación con el actual gobernador, porque de otra forma no se explica que el hijo del ex mandatario haya logrado que lo postularan como dirigente.
Porque dentro del PRI estatal prevalece la decisión del gobernador en turno, esto le permite a ese partido mantenerse dentro de los requerimientos de quien gobierne el Estado.
Y si el gobernador consideró conveniente que el hijo de Cavazos llegara a esa posición, sus razones tendrá y que veremos mas nítidas durante la elección del año entrante.
Es claro que el PRI tiene que fortalecerse y unir a las corrientes que lo conforman porque la lucha por las diputaciones será de antología.
Felipe Calderón no dará respiro al PRI, ya ocurrió en la elección federal anterior donde arrasaron los candidatos panistas, y esta segunda vuelta no querrán perder lo ganado, porque eso les asegura una elección federal para la renovación de la presidencia en condiciones más controladas.
Pero el gobernador también quiere demostrar que su partido lleva las de ganar, de ahí que asegure que los seguidores de Cavazos estén firmes apoyándolo, el embajador que el ex gobernador tiene dentro del equipo priista es de lujo, no podría ser alguien mejor, su hijo es su representante ideal, para ayudar a derrotar a los panistas.
Sin duda, el muchacho tiene derecho a participar en la política, no por el hecho de ser hijo de un ex gobernador se le puede negar, pero ¿hasta qué punto es sano que las mismas familias estén controlando el Estado?
Ya lo vemos a nivel nacional, quienes manejan el destino de este país son las mismas familias “revolucionarias” que se pasan los cargos de generación en generación, mientras que el resto de la ciudadanía sólo está como observadora.
Los resultados de esas camadas que se renuevan con los hijos, y luego los hijos de los hijos y así sucesivamente en una lista interminable de herederos le ha hecho daño al país.
Algo similar sucede en Tamaulipas donde las familias heredan a sus hijos los cargos públicos y los puestos de elección popular.
Esa falta de renovación llega un momento que sólo ocasiona estancamiento, y lo que menos se merece la entidad es eso.
Y repetimos, para quien crea que hay divisionismo entre ex gobernadores y el actual, la unción de Miguel como dirigente del FJR, demuestra todo lo contrario, la clase política que ha gobernado durante sexenios y sexenios Tamaulipas sigue más firme y unida que nunca.