Dejando de lado que su forma de protestar haya sido la adecuada o si se trató de una estrategia mercadológica, hubo algo que me llamó más la atención: la respuesta femenina.
Quienes me conocen saben que me encanta leer los comentarios de las publicaciones, muchas veces encuentras cosas que te ayudan a entender la información publicada, o por lo menos, te divierte tanta ocurrencia de las personas.
Lo mismo hice en esta ocasión y lejos de ver a mujeres ofendidas por las bubbis de Laferte me topé con cientos de expertas en estética femenina.
¿Qué criticaba? El tamaño de los pechos, su forma, color y hasta la distancia entre ellas.
“Para llegar de una a la otra se necesita tomar un Uber”, escribió una usuaria de Facebook.
No quise quedarme con la duda y le pregunté a mis compañeros de Redacción, la mayoría de los hombres tienen una idea bastante diferente a la de nosotras, claro que hay algunos muy exigentes, pero regularmente no se complican tanto la existencia.
“Pues, yo las veo normales ¿no?”, “Están bien”, “No están operadas”, “Para mí la medida exacta es la que quepa en mi mano”, exclamaron los varones, entre algunas otras cosas bastante jocosas que no voy a publicar, pero me quedó claro que les parecieron bastante aceptables.
¿Cómo se ve un cuerpo natural?, no estoy hablando de si hay sobrepeso, desnutrición o demás, simplemente normal, un cuerpo que no se ha sometido a ningún tratamiento estético.
Tú mujer, cuando te paras frente al espejo, ¿has visto tus pechos?, ¿te gusta lo que ves? la mayoría seguramente vamos a decir que no, porque nunca estamos conformes con lo que tenemos.
Pero debemos ser honestas en que la mayoría de los cuerpos que nos muestran en revistas, cine, televisión y redes sociales no son reales y no hablo únicamente de Photoshop.
Muchas babeamos viendo cuerpos sometidos a lipoesculturas o implantes, luciendo cada vez más lejanos del que la madre naturaleza nos dio, pero eso amigas, no es real y parece ser que los varones y nosotras no estamos en el mismo canal.
Así que, en cuento a esto, punto para Laferte, que sin cumplir con lo que indican los cánones de belleza tuvo la seguridad para mostrarse tal cual… lo demás es otra historia.