En los últimos días han ocurrido ataques a personas acusadas de secuestradores en distintas partes del país, por lo menos cuatro han muerto en esas circunstancias, las dos más recientes dos muchachos encuestadores de una empresa de marketing.
Los jóvenes estudiantes fueron asesinados por una turba que no pudo ser contenida por las autoridades municipales, ante los hechos el gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle, ex priísta y ahora panista dice que las autoridades locales están rebasadas porque no pudieron evitar los homicidios.
Esos hechos tan lamentables se unen al hallazgo de una persona asesinada y colgada en un puente en la Ciudad de México, hecho que a los tamaulipecos nos trae muy malos recuerdos.
Ante ese asesinato Isabel Miranda de Wallace, que encabeza una organizacion civil contra el secuestro declaró que las bandas criminales están cobrando derecho de piso a los comerciantes y empresarios del D.F., ante la acusación Miguel Ángel Mancera, jefe del distrito federal dice que ella tiene sus propios números y que él como autoridad no reconoce que haya grupos de la delincuencia organizada operando en su feudo.
Con lo narrado pareciera que los lugares plácidos del país que habían mantenido a raya los hechos delictivos empiezan a dejar de serlo y la violencia empieza a aparecer en sitios donde por alguna razón no presentaban las condiciones de inseguridad que observamos en Chihuahua, Sinaloa, Guerrero, Michoacán y, lamentablemente, Tamaulipas.
Da la impresión que la burbuja que protegía a Puebla y al D.F. se ha roto, con las consecuencias que estamos viendo, por un lado el pueblo tomando la justicia en sus manos, como aquel espeluznante caso del poblado Canoa, localizado en Puebla precisamente, del que hasta película hicieron.
Las acciones de los lugareños en los tiempos actuales podrían no solo estar provocadas por la ignorancia y la agresión gratuita, pareciera que los pobladores pretenden con ese actuar reducir las posibilidades de que en sus pueblos se viva lo que ya se ha visto en otras partes del país donde las acciones delictivas han mostrado un grado de brutalidad inimaginable, igual que lo ocurrido a los dos muchachos encuestadores.
La violencia está engendrando más violencia y las autoridades electas, como Moreno Valle se salen por la tangente explicando de una forma simplista un fenómeno que tiene raíces profundas y violentas.
Dice un proverbio popular, “si ves las barbas de tu vecino cortar, pon las tuyas a remojar”, pareciera que a Moreno Valle y a Mancera les cae como anillo al dedo.
En otras palabras “están viendo la procesión y no se hincan”.
SE VA EL MAYOR
Sin más preámbulos y porque su ciclo ya terminó, el mayor Jorge Alberto Díaz Álvarez renunció a su cargo como director de Seguridad Pública y Tránsito, su lugar sera ocupado por un directivo administrativo de la corporación mientras el alcalde Alejandro Etienne define quién se asumirá esta responsabilidad dentro de la administración municipal victorense.
FELICIDADES TOÑO
Es realmente grato ver aunque sea en fotografía a un entrañable amigo de Nuevo Laredo, Toño Saravia quien recibió un merecido reconocimiento a su trabajo a favor de la cultura fronteriza en esa ciudad que lo acogió desde hace muchos años cuando llegó procedente de su ciudad natal, Torreón, Coahuila.
A Toño lo recuerdo siempre sonriente y amable, un caballero y buen amigo, por eso me da mucho gusto que se haya develado una placa con su nombre en el teatro del Instituto Cultural y Educativo de Nuevo Laredo. Santos Francisco Hernández Aguilar, quien expuso que Antonio Saravia Sánchez inaugura una actividad que se llevará año con año donde se le rendirá un reconocimiento a personas destacadas de la comunidad nuevolaredense de la cultura y la política.
La placa fue develada con el acompañamiento de Ramiro Ramos, presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso local, amigo también del homenajeado.
Felicidades a Toño y mi reconocimiento también a su labor a favor de la cultura.
Correo electronico: derrotero@hotmail.com
Twitter: @derrotero_mx
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