La oleada de candidatos “broncos” que vimos en las recientes elecciones del año pasado sigue creciendo en el marco de las elecciones que se celebrarán este año. Esto pese a que en algunos casos, los sin partido han resultado ser iguales que los políticos tradicionales arropados bajo los siglas de sus desprestigiados partidos políticos.
Algunos independientes han resultado ser todo un fiasco, pero a ver, qué se le va ha hacer, así funciona la democracia mexicana que ya abrió una rendija, con todo y sus asegünes, a los independientes.
Entre los independientes más destacados se encuentran Pedro Kumamoto, quien fue electo como diputado sin partido en el Congreso de Jalisco y el actual gobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón.
En su momento ambos personajes causaron sensación y gracias a sus campañas y activismo sobre todo en redes sociales resultaron electos, y junto con otros cuatro personajes pudieron salir victoriosos, cambiando la historia política de México.
Ahora están, cada uno viviendo su realidad.
La Ley, como la diseñaron las fracciones parlamentarias partidistas tradicionales, esas que para muchos apestan a corrupción y podredumbre, resulta muy adversa para los independientes, sean o no genuinos.
Basta recordar que el año pasado de los 510 sin partido que buscaban una candidatura sólo 123 llegaron a aparecer en las boletas, pero sólo seis ganaron en las urnas.
La apertura legal ha permeado también en Tamaulipas, donde, pese a las trabas, las limitaciones económicas al no contar con suficiente financiamiento público como los priistas, panistas, perredistas, etcétera, algunos personajes están salido adelante.
Pero… no cabe duda que hay de independientes a independientes.
Porque tal y como suele ocurrir con los partidos chicos y satélites, que abren de par en par sus puertas a los cuadros marginados del PRI, PAN y PRD, entre los independientes que hoy vemos a lo largo y ancho del país, apreciamos que en muchos casos son personas que no fueron tomadas en cuenta en sus partidos y optan ahora por la vía libre.
Tal es el caso de Francisco Chavira Martínez, ex perredista que de repente se volvió independiente en busca de la gubernatura de Tamaulipas.
Chavira, dueño de una universidad que ha crecido en todo el Estado, ha vivido del sistema, ha estado en prisión acusado de diversos delitos, entre éstos fraude y hasta robo, y su reputación es bastante cuestionada.
Lo mismo ocurre con los candidatos Jesús Salvador Sáenz Cobos, que va por la alcaldía de Mante; Amando Treviño Rivera, Roberto Zolezzi García y Jesús Roberto Guerra Velazco, quienes van por la presidencia municipal de Matamoros, son políticos marginados a los que sus grupos y tribus no los tomaron en cuenta en las últimas elecciones.
Y qué de decir de Alfonso de León Perales, un político a la usanza que ha estado –y se ha beneficiado- en casi todos los partidos políticos, PRI, PAN, Convergencia, etcétera, y ahora quiere ser alcalde de Reynosa vía independiente.
José Ramón Gómez Leal, “Jr.”, quien también va por la alcaldía de Reynosa, también sin partido, es ex panista, y aunque ya fue regidor y ha desempeñado varios cargos gracias a su militancia, ha tenido que remar la mayor parte de las veces en contra de los dueños del PAN, por eso es que ahora va solo y aparecerá así en la boleta como independiente.
Pero sin lugar a dudas, el periodista Ramón Cantú Deándar, quien aspira a la alcaldía de Nuevo Laredo, es un candidato auténticamente ciudadano.
El empresario periodista desde hace más de 25 años, ejerciendo un periodismo independiente en El Mañana de Nuevo Laredo, está siendo bien acogido por amplios sectores de la ciudad, por lo que desde días antes de iniciar su campaña, tiene un grado de aceptación que preocupa al PAN y al PRI.
Todo indica que la actual coyuntura favorecerá sobremanera a este personaje que está haciendo click por todo Nuevo Laredo, en tierra y en redes sociales.
Hoy existen altas posibilidades de que esta frontera tenga un edil auténticamente independiente.
No lo pierda de vista.
asalasuniversal@yahoo.com.mx
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