El próximo 1 de julio de 2018 habrá elecciones atípicas, por primera vez coinciden las de presidente de México con las de presidentes municipales. Estas últimas vendrán a ser como la sal y pimienta de todo guiso y por ello la especulación es si habrá efecto del candidato presidencial en las elecciones locales como aconteció en el año 2000, aunque no estuvieron en juego las alcaldías.
Aparte de lo anterior, obra el antecedente de que a partir del siglo 21 en Tamaulipas, el PAN se suele despachar con la cuchara grande en las elecciones presidenciales, como pasó en las del 2000 con Fox; en las del 2006 con Felipe Calderón, y en las del 2012 con Josefina Vázquez Mota, quien no obstante que en las presidenciales quedó en tercer lugar, por tierras tamaulipecas superó a Enrique Peña Nieto, como aviso de lo que podría pasar en las estatales del 2016.
Pero al anodino gobernante de los priistas tamaulipecos esa señal le pasó de noche; solía decir que “con dinero cualquier cabrón es operador político”, y con esa creencia no aflojó las tuercas, y en junio del año pasado Egidio Torre Cantú pasó a la triste historia tricolor de ser el primero en no haber podido entregar la gubernatura a otro priista cosa que, por cierto, no le causó aflicción alguna.
Días antes de entregar el poder arribó muy campante al Palacio de Gobierno; hagan de cuenta como para un comercial de Johnny Walker, pero con la apostura de un janambre. Y cuando un reportero le preguntó que ¿cómo se sentía?, con todo desparpajo respondió: ¡A toda madre!
¡Y cómo no… si antes de entregar el puesto pactó su impunidad y los costales de billetes que acumuló los tiene a buen resguardo, sin que nadie pregunte por él.
Por cierto… Los recientes señalamientos de parte de la Contraloría estatal en contra del gobierno de Egidio Torre Cantú, por supuestos desvíos de fondos en el Instituto del Deporte que encabezaba Enrique de la Garza Ferrer, suena un tanto veleidoso.
Los malpensados infieren que podría tratarse de lo que en ajedrez se le llama un ataque a dos piezas, es decir, o tratan de acalambrar al ex ejecutivo, alertándolo para que prepare el terreno de la explicación, cubra sus huellas, se ampare por la vía legal o de plano emprenda la huída…
O bien, están tratando de darle por debajo del agua un pellizco al “botín de guerra” que se habría adjudicado el ejecutivo cuando dejó el poder.
¿Por qué le dan esas dos lecturas?
Porque, de tener algo concreto y absolutamente amarrado, deberían irse directamente sobre él, luego de reunir una serie de pruebas de los desvíos millonarios, armar el expediente para sustentarlo debidamente y ejecutar la acción penal… en lugar de andarlo exhibiendo con filtraciones en los medios.
Pero bueno, esa es otra historia.
Lo que está por delante son las elecciones y la apuesta es si habrá voto cruzado. A menos de siete meses de las elecciones y sin consultar al oráculo presentimos que no. Ni José Antonio Meade ni Ricardo Anaya tienen pinta de generar votos-rebote a los demás candidatos de su partido. Es más, es probable que tendrán que apoyarse en los candidatos a senadores,
diputados federales y alcaldes para levantar vuelo.
No es el caso de López Obrador que con su efecto ayudará a los candidatos del MORENA, aunque por Tamaulipas Anaya tendrá a su favor que por estas tierras en elecciones presidenciales al partido azul le suele ir muy bien. Nomás que en el 2000, 2006 y 2012 los reclamos eran contra el PRI y está por verse si los reproches en el 2018 seguirán siendo para el tricolor.
Por la anterior circunstancia los candidatos azules tendrán que enfilar sus naves a favor del viento proveniente de los programas sociales del Gobierno del Estado, sólo que ya anda un ventarrón y soplará en contra: es el producido por el malestar social ocasionado por la violencia que trae por el cogote a la ciudadanía. De borrachos, los candidatos azules, en el 2016 pasarán a ser cantineros en el 2018.
Es esa la gran diferencia.
Así que eso del voto cruzado, enredado o razonado, va a meter en problemas de cálculo a todos los candidatos.
APRIETAN A EXTORSIONADOS Y NO A EXTORSIONADORES
El actual gobierno de Tamaulipas emprendió la tarea de pegarle a las fuentes de financiamiento de la llamada delincuencia organizada, y así llegaron con todo, primero cerrando casinos, luego tianguis de vehículos sin acreditar su legal estancia en la frontera, chuecos pues, y lo último decomisar la gasolina contrabandeada. Por supuesto que hubo aplauso, pero como que se les peló un detalle:
Y este fue que, si bien sancionaron a los dueños de los establecimientos donde operaban los casinos y a los vendedores de unidades ilegales, así como a los piperos, por los cafés y cantinas de la localidad se comenta y hasta se asegura que todos ellos estaban a cuota y, a la fecha, no se sabe de la detención de uno solo de los extorsionadores o protectores según se vea.
Pero como esto ya es cosa del Ministerio Público, se supone que por ello no han dicho nada, es más, no dirán algo al respecto los “presuntos inocentes” de operar casinos, vender carros chuecos y contrabandear gasolina, como tampoco los Fiscales les aplicarán manita de puerco para hacerlos cantar. Pero no quedan nada bien los funcionarios del Gobierno de Tamaulipas que desplegaron esas heroicas acciones, al cebarse sobre los mansitos, mientras que a los bravos a ver quién le entra.
Pero ya vendrán las elecciones.
LA MODA: POSTULAR APARTIDISTAS
Pues ahora resulta que en el PRI para poder ser candidato es mejor nunca haber sido militante. Los pega posters, los de las porras y jilgueros, que así era como solían ingresar a la política son ya para el museo, igual los que han ocupado lo mismo cargos partidistas que de elección popular, eso, por lo visto en lugar de ayudar estorba.
Así que los que estén pensando en una candidatura vayan pensando en cómo desdibujan la trayectoria de la que se sentían orgullosos, las postulaciones de José Antonio Meade y Míkel Arriola son ya como un perfil en el tricolor.
Y bajo esa tesitura vayan considerando a Irma Amelia García Velasco como candidata a presidente municipal o a una de las dos diputaciones federales que corresponden a Reynosa.
Ella es más conocida como comerciante en joyería que como priista, con todo y que fue regidora en el anterior ayuntamiento de esta ciudad y diputada local, pero plurinominal, o sea, no tuvo necesidad de andar raspando suela por las colonias populares.
Pero esa falta de tinte tricolor es lo que hoy le abre posibilidades si su primo el millonetas Juan Armando Hinojosa Cantú -está matrimoniado con una prima de ella-, pide los favores por aquí y por allá. Dicen que Videgaray y Meade son sus cuatachos y luego vendrían otro tipo de amarres que la clase política dirá: “¡Qué bueno que nos adivinaron el pensamiento!”.
¿Y DÓNDE ESTÁ LUEBBERT?
Unos lo vieron por el Rey y otros por la Estrella, pero ya tiene días que no se deja ver específicamente a raíz de que promovió un amparo “buscaspiés” -como dicen los abogados-, para detectar si hay por ahí una orden de cabrito -como dicen en el argot policiaco- en su contra. Y como es natural, Oscar Luebbert Gutiérrez será proverbialmente frío, pero no por eso es insensato y menos cuando vio lo que le pasó a “Geño”.
Así que, sin consultar con el oráculo, le puede augurar que la Fiscalía anticorrupción y demás autoridades que haya señalado en su demanda de amparo ya le habrán dicho al juez que no han ordenado su detención; pero Luebbert ha de saber que una vez que le sobresean el amparo porque no hay nada en su contra, los Fiscales saldrán con su acostumbrado “pues fíjate que antes no, pero ahora sí”, y por esa estrategia o maña de las autoridades ministeriales lo mejor es ponerse a resguardo para que no le vaya a pasar lo que a Eugenio, que lo capturaron cuando andaba ATM padroteando por Victoria.
Y ya está la Navidad en puerta y en HORA CERO hubo posada que fue pura camaradería y armonía. Así que superado ese compromiso este Neptuno se apresta y se pone en modo: “Listos para lo que venga en 2018”.
¡Que no pare la música!
Hasta la próxima.