El 9 de mayo de 1932, en el municipio de González, Tamaulipas, nació un hombre que sería la voz de su tiempo: Don Manuel Montiel Govea. Desde sus primeros pasos en la vida, Manuel demostró que el periodismo no es solo un oficio, sino una misión. Su compromiso con la verdad y su pasión por comunicar lo colocaron como un referente imprescindible en la historia del periodismo tamaulipeco y mexicano.
Manuel inició su carrera en medios como El Bravo de Matamoros y El Heraldo de Tampico, dos de los diarios más importantes de la región. En estos espacios, no solo demostró su habilidad para narrar los acontecimientos de su época, sino también su capacidad para conectar con la gente. Su estilo claro y valiente lo llevó a destacar como un periodista crítico y comprometido, cualidades que serían su sello durante toda su trayectoria.
Querido lector, en busca de nuevos horizontes, Montiel trabajó en San Luis Potosí, colaborando en el periódico Tribuna. Fue en esta etapa donde enfrentó persecución política debido a su crónica aguda y su rechazo a la injusticia. Este momento difícil lo obligó a un exilio temporal en Guatemala, pero lejos de apagar su voz, esta experiencia fortaleció su convicción en la lucha por la libertad de expresión.
Regresó a México con más fuerza, colaborando en medios como El Sol de Naucalpan y El Sol de la Tarde en la Ciudad de México, consolidándose como una figura de peso en el periodismo nacional.
Don Manuel también destacó en el servicio público. Fue Jefe de Comunicación Social del Departamento de Asuntos Agrarios y Colonización, y luego de la Secretaría de la Reforma Agraria. Más tarde, llevó su experiencia al servicio diplomático, como titular de prensa en la Embajada de México en Italia. Aquí en Tamaulipas, se desempeñó como Coordinador General de Comunicación Social durante los gobiernos de Américo Villarreal Guerra y Tomás Yarrington Ruvalcaba, consolidando la relación entre el gobierno y los medios con su característica transparencia y profesionalismo.
Cabe señalar que detrás de su pluma firme había un corazón apasionado por su tierra y su gente. Para Don Manuel, Tamaulipas no era solo un lugar; era una inspiración constante, un hogar al que siempre regresaba con la certeza de que las historias de su gente merecían ser contadas. Su trabajo no solo informaba; también unía y daba voz a quienes la necesitaban.
Sesudo lector, muy lamentablemente Don Manuel Montiel Govea falleció el 25 de diciembre de este año en Ciudad Victoria, dejando un vacío en el corazón del periodismo y la comunicación social. Sin temor a equivocarme puedo decir que su partida marca el fin de una era, pero su legado sigue vivo en las generaciones de periodistas que encontraron en él un ejemplo de valentía, ética y compromiso.
Querido y dilecto lector, recordaremos a Don Manuel Montiel Govea no solo por las palabras que escribió, sino por las huellas que dejó en quienes lo conocieron y en los lectores que se inspiraron con su obra. Fue un hombre que vivió para comunicar, que hizo de la verdad su bandera y que demostró que el periodismo es, ante todo, un acto de amor y servicio. Desde el calor de González hasta los foros más altos del país, Don Manuel Montiel Govea es, y seguirá siendo, un gigante de las palabras. Un ejemplo a seguir. Descanse en paz.
El tiempo hablará.