Ayer, en un supermercado haciendo mis compras, me detuvo una señora y me preguntó: “¿Es cierto que usted se va a quedar en el lugar de María Julia?” Estoy segura de que, ni Maru Lozano, ni Lety Benavides y mucho menos yo, hemos contemplado la remota posibilidad de ocupar el “lugar” de María Julia Lafuente. María Julia ha construido, a lo largo de los años, a un personaje único, imposible de igualar o sustituir. Yo no sé si en realidad se va a retirar o no de su programa al aire. Pero, si lo hace, es el fin de una era. Como lo fue aquel programa de “Codazos” con don Chucho y Mario Valle. Nunca han sido “sustituidos” por nadie más.
Yo nunca podría ser como es María Julia, ese es un don de la personalidad. Si acaso se va, cuando se haya ido, será inolvidable, es única.
Para mí, ella fue siempre un enigma. Era lo que yo nunca hubiera podido ser.
Y, sin embargo, sus “ratings” estaban por los cielos. Las audiencias la preferían. Cuando me contrataron en Televisa para estar en el mismo horario, yo les dije, “No me pidan que sea como ella, no puedo, no se me da, ese no es mi estilo. No quiero ser una mala copia de ella.”
María Julia Lafuente, a quienes les guste y a quienes no, ha marcado una pauta imborrable en la televisión local. La admiro y la respeto por su entrega a su público, por haberse convertido en la amiga y comadre de todos, en la compañía a la hora de la comida en casa. No niego que en mi propio estilo profesional, a veces me frustraba y hasta me daba envidia no poder ser así: Como es ella, salirme de la pauta, salirme del guion, hacer una comedia…jugar un poco o un mucho…
Solo quiero decirles que yo no se si María Julia se va a retirar ahora pronto o no por sus motivos personales. Pero sí sé que no habrá nunca nadie igual. Ella es un “fenómeno mediático”: Estemos preparados para saber que nadie podrá nunca ser como ella o tomar su lugar. Ya sea porque no quieran ser así o porque no puedan ser así como es ella.
Pero, para quienes han especulado sobre quien podría estar en el noticiero de mediodía de Multimedios, desde ahora les digo, no seré yo, ni nadie que yo conozca…esos zapatos son difíciles de llenar. Ella ha roto paradigmas, ha cambiado las reglas, ha sido original, ha cautivado audiencias. No siempre me gusta lo que dice, o lo que hace como conductora de noticias, pero reconozco, con toda humildad, que su originalidad cautiva y se ha ganado a pulso el cariño y la preferencia de las audiencias…sus ratings lo dicen todo. Ella es única e insustituible. Si acaso es cierto que se va, -porque tendría derecho a retirarse luego de tantos años de trabajo-nunca será olvidada, y nunca será igualada.