Maribel y Paulina

“Ella es mi mejor amiga la que me regala sonrisas todos los días, la que me saca risitas cuando estoy triste y débil, la que está ahí para mí, la que hace que mis locuras sean las mejores, ella es mi hermana, es mi mano derecha, mi chaparra, mi bebe, mi nena, mi pequeña, mi todo, hija de otra madre, ella es mi hija, mi familia y por nada del mundo la cambiaría.

Ella Dios me la mando por algo, ¡la amo!, con verla sonreír ella también me saca una enorme sonrisa, aunque estemos donde estemos estará ahí para mí, ella es mi persona favorita, si un día la veo y se va, al minuto la estoy extrañando, ella es la que se preocupa por mí, la que está y estará en las buenas y en las malas siempre, la que sin decirme una sola palabra.

Ella la que con sus bonitos y hermosos ojos me dice que me quiere y que me ama, la que se arriesgaría por mí, eso y más le podría decir, tengo infinitas palabras para decirle y expresarle cuanto la amo. Te amo mejor, mejor y mejor e infinitas veces mejor amiga”.

PAULINA fue una niña maravillosa, con una enorme sonrisa y que siempre desafió su destino, desde el mismo día que nació prematuramente, los doctores no le daban mayores esperanzas de vida y sin embargo PAULINA se aferró.

Luchó con su hermosa luz propia, con el apoyo de sus padres CÉSAR y MARIBEL ganó el combate qué todo mundo daba por perdido.

Hace unos meses nos tocó ser testigos de su felicidad, cumplía XV años y en medio de muchas amigas festejaba su aniversario más significativo.

Su madre MARIBEL era la más orgullosa, se distinguía por su sonrisa franca y su enorme entrega al cuidado de sus hijas y familia.

El destino es inexplorable, nunca lo puedes escribir, puedes imaginar panoramas, hacer proyecciones económicas, sociales y políticas, pero no descifrar con exactitud los sucesos.

El destino de Dios es demasiado grande, nunca podrás definirlo, menos adivinarlo. Quizá siempre quede un reclamo indebido, pero Dios siempre sigue siendo Dios, como dice la hermosa canción de MARCOS WITT.

Este fin de semana fue duro en la vida de muchas personas, frente a nosotros un suceso trágico que nos permite reflexionar respecto a lo más valioso de nuestra existencia: la familia, nuestro centro, piedra angular de nuestros sueños, sin nuestros seres amados lo material carece de sentido.

No hay éxito profesional, ni fortuna económica que valga tanto como nuestros hijos, cónyuges, hermanos y padres.

El poder abrazarlos, disfrutarlos resultan el disfrute más pleno que Dios nos otorga en este viaje terrenal que en un instante se desvanece como agua entre las manos.
PAULINA la hermosa y sonriente niña recibió un llamado del Señor.

PAULINA se despidió junto con su mejor amiga LUCERO a quien le dedicó las palabras que entrecomillamos al inicio.

Viajaban juntas su mejor amiga LUCERO SALAZAR MÉNDEZ, su mamá MARIBEL y sus tías JUANA y MARIA GUADALUPE LUMBRERAS RUIZ, en el avión que se estrelló en el ejido Conrado Castillo, en el municipio de Hidalgo, donde todos perecieron junto con el capitán JUAN JOSÉ CASTRO MALDONADO.

PAULINA y MARIBEL partieron al cielo, pero en la tierra dejaron a dos hermosos seres que los extrañarán por siempre, su papá CÉSAR GARCÍA CORONADO y su hermanita LAURITA GARCÍA LUMBRERAS.

Un abrazo solidario para nuestro entrañable amigo, compadre y compañero de batallas CÉSAR y mi sobrina LAURITA, a quienes les deseamos la fortaleza para salir adelante, unidos en la fe y el amor.
Bueno, por hoy es todo.

Adiós y aguas con los patinazos…