En un acto sobrio, en claro reflejo de la sencillez que la distingue, ayer la señora Marisa Castañeda de Silva, presidenta del Comité Municipal del DIF, rindió su primer informe de actividades al frente del DIF, teniendo como testigo de honor a su esposo, el alcalde, Erick Silva Santos, y a representantes de los sectores de la sociedad y grupos altruistas que se han identificado con sus programas de asistencia social, para beneficiar a la niñez, a los jóvenes, a las mujeres, a los adultos mayores, a las personas con capacidades diferentes y con los que menos tienen.
La presidenta del Comité Municipal del DIF, Marisa Castañeda de Silva, quien llegó acompañada de su esposo y de sus dos hijas, Elsy y Samantha, fue recibida en el Teatro de la Reforma con un cálido y emotivo aplauso por los asistentes.
Durante su informe, la presidenta del Comité Municipal del DIF hizo un recuento de los programas, entre los que destaca el de salud en beneficio de las clases más necesitadas, a quienes se ha brindado un gran apoyo en diferentes especialidades, sin descuidar la lucha en contra del cáncer que afecta a las mujeres.
Reconoció que los logros han sido posibles a un trabajo en equipo y por ese motivo dijo que “gracias al invaluable apoyo de mi amiga Adriana González de Hernández, a la sociedad médica, a los Clubes Rotarios de Matamoros, al Tecnológico de Monterrey y el Hospital General, se pudieron realizar tres campañas de cirugías gratuitas, beneficiando a 2 mil 802 personas con problemas de cataratas, carnosidad, labio leporino y paladar hendido, con lo que se evitó una erogación de más de 2 millones de pesos”.
Durante su informe, la presidenta del DIF, resaltó los 677 mil desayunos escolares que se reparten en las escuelas en apoyo de la nutrición de la población estudiantil; la entrega de 7 mil despensas para los abuelitos y 5 mil 160 becas que se les ha proporcionado.
También puso énfasis en la entrega de despensas con artículos básicos, en apoyo de las familias marginadas, incluyendo donación de enseres domésticos, útiles escolares, chamarras, cobijas y zapatos.
Al finalizar su informe se congratuló porque Matamoros contará en breve con un Centro de Rehabilitación Infantil, gracias al apoyo del gobernador, Eugenio Hernández Flores, y de su esposa, Adriana González de Hernández.
Profundamente emocionada, Marisa Castañeda, dijo que en este primer año de trabajo al frente del DIF le ha servido mucho para crecer como ser humano “sé que aún me falta mucho por hacer, que hay problemas que no se van a resolver fácilmente, pero me comprometo a enfrentarlos y a buscar soluciones”.
Y para lograrlo, reconoció “sé que en este camino no estoy sola por ello quiero agradecer primeramente a Dios por esta maravillosa experiencia que estoy viviendo y la oportunidad que me da de servir y amar a mis semejantes”.
Agregó agradezco “a quien me da fortaleza, me guía y me conduce en esta nueva etapa de mi vida como servidora social, a mi esposo con quien he aprendido a exigirme a dar el mejor esfuerzo, en este gobierno de resultados y cercano a la gente”.
“Gracias Erick por todo tu apoyo, por ayudarme a luchar contra la marginación y la desolación de las clases vulnerables”.
Luego se refirió a quienes la motivan y son parte de su inspiración “a mis hijas Elsy y Samantha, por el tiempo que les corresponde y lo comparten para que pueda cumplir con quien también me necesita”.
También agradeció al gobernador del Estado, Eugenio Hernández Flores, y a su esposa, Adriana González de Hernández, por su incondicional apoyo, ya que su entrega y contribución me permiten caminar con mayor certidumbre.
Al concluir el informe, los presentes tributaron un prolongado aplauso en reconocimiento a la señora Marisa Castañeda de Silva, por su labor humanitaria y solidaria a favor de la comunidad.
Los resultados alcanzados en este primer año, han convertido al DIF de Matamoros en un refugio de esperanza y de asistencia para los grupos sociales, porque su presidenta, Marisa Castañeda, ha hecho del servicio social una virtud ejemplar.
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