… con esos tipos malquerientes y peores leches.
Ahora sí que estamos solos, nunca antes el pueblo de Nuevo Laredo, había estado en el total abandono de los gobiernos federal y estatal.
Se veía venir, primero tras las votaciones del año 2012, al declararse la ciudadanía harta y contraria al PRI Gobierno, sufragando contra Enrique Peña Nieto, además de quitarle la eterna diputación federal al otrora partido oficial de esta comunidad.
Luego, al año siguiente, se repitió la historia, al restarle los nuevolaredenses en las urnas a Egidio Torre Cantú, el pellizco gordo acostumbrado del gobernador en turno al erario de este pueblo.
Porque se decidió el cansado elector, por un gobierno municipal de oposición, contrario al PRI.
Y “de pilón”, hasta de las tres diputaciones, despojó el ofendido ciudadano, al partido de siempre.
Con ello se le fue al Ejecutivo estatal, el tesoro municipal más rico de los 43 pueblos tamaulipecos.
Eso sí le caló ¡y gacho! a quien ya se relamía sus grandes bigotes.
Y es que con un gobierno panista en el pueblo, ya no podría el Ejecutivo estatal tricolor, en lo oscurito, incidir como lo hizo en sus tres primeros años de gobierno, sobre el presupuesto anual de esta comuna.
MÁS LO QUE SE VIENE
Hoy Nuevo Laredo y su gente estamos solos, máxime que vienen otras dos elecciones y en ambas, el ciudadano podría repetirles las dosis a Peña Nieto y a Torre Cantú, del 2012 y 2013.
Primero, viene de nuevo el renovar al representante del legislativo federal, ese que si bien, nunca ha servido como cabeza pensante para procurar el bien de todos nosotros (ninguno de ellos en la historia, ha rendido frutos a su tierra), sí cuenta como un número, como una mano levantada, que sirve al propósito del Presidente de la República y al sistema reinante, en sus planes abyectos.
Y en seguida, en el 2016, tocará el turno al relevo de la gubernatura, esa que hoy enajena y usufructúa Egidio Torre y la que querrá ganar para su partido, sólo por la precaución de cuidarse la espalda, con alguien de su cofradía, pues de ganar un gobernador de oposición, podría costarle la libertad y su prosperidad económica, la que es perfectamente explicable.
A VOTOS CAMBIAREMOS LAS COSAS
Así que mi gente, a los nuevolaredenses se nos vienen otros dos años de total indefensión, de abandono por parte de los otros dos niveles de gobierno.
Lo bueno, es que tenemos carácter y que estamos acostumbrados a tal desdén, pues ya son cuatro años de Egidio Torre Cantú en el poder estatal, mismo que se ha olvidado o no ha hecho nada por nuestra ciudad.
Así que dos años más, ¿qué más da? No significan nada y bien que podemos aguantarlos.
De Enrique Peña Nieto, baste decir que ni conoce Nuevo Laredo, que nunca se dignó pisar “la Aduana más importante de Latinoamérica” (¡ah!, cómo nos repatea esa trilladita frase).
No se ha molestado por fingir hacer algo por este puerto fronterizo que tanto le da a la hacienda mexicana, que enriquece a diario al tesoro de la Federación.
Ni de aspirante, ni de precandidato, ni de candidato, ni de presidente electo, ni de Ejecutivo nacional en funciones.
Sólo nos tenemos a nosotros mismos, a los habitantes, entonces por lo que vemos, sólo a votos será como podamos salir adelante, como pueblo, eligiendo a quienes creemos que sí harán algo por nosotros, no vemos de otra, no hay mejor opción que esa y sin duda, es lo mejor.
Feliz inicio de semana y mes.
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