La naturaleza no perdona y los damnificados tampoco. Estos días posteriores al desastre provocado por el huracán Álex los alcaldes, el gobernador, Rodrigo Medina y hasta el presidente Felipe Calderón recibieron reclamos de parte de las víctimas del meteoro.
Seguramente que los funcionarios no esperaban una respuesta áspera e iracunda en algunos casos cuando los vecinos reclamaban ¡agua! Paradójicamente fue el agua de Álex la causante de la escasez del vital líquido.
Los desastres naturales siempre son una dura prueba para los gobernantes. Ha pasado en todos los tiempos y ahora toca a Rodrigo Medina enfrentar una emergencia.
Si bien es cierto Álex dejó pocas víctimas, los regiomontanos lamentan haber perdido sus bienes personales y hasta sus viviendas.
La respuesta de alcaldes y gobernantes para atender la contingencia ha sido rápida, pero ha faltado desatorar los recursos.
La burocracia es tanta que no permite que los recursos fluyan con la rapidez de la demanda. Urge que inicien el trazo de la reconstrucción de las vialidades.
El gobernador Rodrigo Medina tiene en sus manos la gran oportunidad de convertirse en el líder que estamos esperando. Debe proponer una reunión emergente de la Conago (Conferencia Nacional de Gobernadores) para proponer que la Federación atienda los casos extremos con toda su capacidad y recursos como ocurre en los Estados Unidos.
Porque no hemos de imitar lo bueno que tienen los Estados Unidos. En este país existe una oficina llamada Agencia de Administración de Emergencias que se hace cargo de atender desastres como el que Álex dejó en Nuevo León, Coahuila y Tamaulipas.
Medina debe demostrar su capacidad y liderazgo, llevar el tema a la Conago y proponer a los diputados federales las reformas a la ley de Protección Civil o las que sean necesarias para que sea el Ejecutivo Federal quien se haga cargo de este tipo de desastres.
Dos ejemplos de la operación de FEMA (Agencia de Administración de Emergencias) en los Estados Unidos son los atentados del 11 de Septiembre de 2001 y los daños provocados por el huracán Katrina en Nueva Orleans en el 2005, donde el Gobierno federal absorbió la totalidad de los gastos.
¿Qué nos falta? señor Gobernador, Rodrigo Medina. Son tiempos de exigir a los colaboradores que demuestren por qué están en su gobierno. Tienen que salir a la calle y atender las demandas ciudadanas porque si no vamos a pensar que son Puro Cuento.
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