Nuestro querido México, no logra superar la crisis de valores, más no así la económica que a decir del presidente, nuestro país cuenta con reservas vastas y suficientes, para enfrentar cualquier contingencia, que una política económica cuidadosa y la vigilancia estrecha del gasto público, mantienen a México en una economía sana.
La crisis actual entonces es de valores, de representantes populares con solvencia cultural y de sapiencia suficiente, para conducir al país, denostado, vilipendiado, hasta por sus propios diputados federales.
Lo ocurrido en el recinto del Congreso, evidencia la flaqueza de imaginación, al llamarle prácticamente borracho al presidente Calderón, independientemente que sea o no, es el presidente, es nuestro presidente.
Hasta donde sé, electo por el voto popular y una vez en el puesto, no tiene ni debe de tener partido alguno, tal vez pudo expresarse, lo mismo pero con otras palabras, la Institucionalidad presidencial, está por encima de todo luego no desgarremos nuestras vestiduras cuando nos llaman tortilleros, marranos, narcos y asesinos, en otros países que tienen también defectos, pero que nosotros no se los señalamos.
Nicolás Maquiavelo en su libro “El Príncipe” salido a la vida pública allá en los años del descubrimiento de América, cuyo principal “héroe” fue César Borgia hijo del papa Alejandro VI y nos admiramos de los curas pederastas, en el Maquiavelo dice entre otras cosas, que en las grandes crisis, es cuando surgen los verdaderos líderes.
Elllos son los verdaderos conductores de los pueblos, por ello tengo la idea, sueño guajiro o como quiera usted llamarle de que en la crisis actual México saldrá adelante, de ella surgirán los líderes que el pueblo necesita, los nuevos conductores de la nación.
Debemos dejarnos de denostaciones impropias, es como escupir para arriba, la gravedad como ley es infalible.
Hasta los chicos malos deben recapacitar, ceder a veces no es perder, mantenerse sin cambio esto si es trágico y destructor padecemos la carencia de un líder a quien seguir.?Tampoco existe un plan de desarrollo congruente con nuestro México y sus carencias, de leyes estamos hasta la coronilla, pueden ser buenas, aplíquenlas, pero no más leyes, háganle los ajustes necesarios a nuestra Carta Magna.
No se requiere más que actualizaciones para que funcione en tiempo real y que nuestro sistema judicial como todas las dependencias de gobierno sea honesto, aplicar lo que existe, regresar a lo básico, no demos más vueltas. A encarar lo que viene y lo que venga.
Discussion about this post