Antes de venirme a vivir sola me dijeron mil cosas, algunas negativas y otras positivas del tema. Como ya he dicho antes, creo que esto lo deberíamos experimentar todos una vez en la vida; y sí, hablo de estar solos literal, sin roomies, sin irte a vivir con tu pareja. No, el chiste es estar conmigo misma y aprender a disfrutar de la propia compañía; aprendes mucho sobre la convivencia contigo y, por ende, lo más probable es que mejore tu convivencia con los demás.
Y es que a veces, encuentras los lujos en las cosas más pequeñas. Hoy, yo tenía un montón de ganas de chilaquiles, así que pedí para desayunar y mientras llegaban puse la cafetera porque yo no sé vivir sin mi café de la mañana.
Y básicamente experimenté eso de sentirme en mi propio pequeño paraíso, así llamo yo a esa sensación que ya he tenido antes y que comencé a experimentar desde que di este paso.
El hecho de saber que mi carácter obsesivo ya había hecho que tuviera todo limpio y en orden, y de saber que podía comer sin prisas, y también de que hoy en la tarde ya tengo planeada una salida sin sacrificar unas horas más de descanso… no sé, de pronto te pones a disfrutar el presente y parece como si el tiempo se detuviera.
A mi pequeño paraíso yo lo disfruto un montón. No sé si algún día se lo comparta a alguna persona, o a varias, pero sí creo que cada quién debería de tener la dicha de encontrar el suyo. En mi caso, disfruto mucho mi propia compañía. Pero hay gente que le tiene mucho miedo a la soledad y eso no los hace más o menos valientes. Eso sí, creo que cualquiera debería abrirse a la oportunidad de conocerse a uno mismo, desde en lo más feliz hasta en lo más extremo.
Y nada, eso!
Súper Cyndi 💛