No sé ustedes, pero acá en la border por más que se pone más peliaguda la “pasada” pa’l otro lado, como que semos necios y queremos ir por nuestra Whataburger.
A poco no saben que acá saben mejor las de Carl’s Jr., hasta más baras que las gringas, prueben una Teryaki Burger y sabrán de que estoy parlando.
Con eso de que se nos vino una Sahara storm, la raza estaba muy apanicada con que se les llenara más de tierrita sus little homes (casitas).
Ajá las stretts parecen que están always llenas de arena y si le agregas que la raza no la levanta nadita, se hacen montículos que disque luego usarán para reconstruir su casa. No sé porqué acá en Reynosaville no hay inspectors que verigüen que retiren el escombro y cascajo de las calles, porque duran aaaños ajuera de sus homes.
Y mientras tanto la Rosa María dice que no culpes a la noche, no culpes a la playa, no culpes a la lluvia, será que no me amas. Eso sí sin soltar la escoba, bien enjudiosa baile y baile con los pasitos de Luismi como cuando vino a Edinburg.
Yo he mirujiado con estos ojos pispiretos a raza del municipio barre y barre, recogiendo con costales la arena del Sahara y nunca acaban.
Si a eso le agregas que los migrantes nos dejan chorro de envases tirados de Coca Cola, bolsas de Sabritas y no le sigo porque luego dicen que le hago comerciales a los pañales Suavelastic.
Qué les cuesta tirar donde se debe, no en las calles. Si no son mexicans, que quieran esta linda land como si fuera suya, no sean así.
Volviendo a los malandros, digo los migrantes, ya se está volviendo un fastidio pasar por los puentes internacionales. Para empezar ya nos cerraron el de Pharr, quesque ‘ora sólo pasan tráilers, pero si siempre ha habido, pero güeno, a mí me quedaba más cercas ir de shopping a Walmart y a Costco por ahí.
Como que ya vemos a la raza morena y otros con look juvenil medio fit, que luego luego piensas “hey,tu no ere’ de por aquí” y los ves y ellos se sienten en la party all day, con sus lentes oscuros y shorts multicolores tomando el sol de por sí está juertecito a casi 40 grados C (104 F) y con el soplo de la arenilla del desierto que nunca falta.
Enveces voy a comer burritos del Estudiante al área de comidas de Soriana Rivereña y me he topado con grupos de cubanos o venezolanos con carritos llenos de súper o pidiendo un plato de comida china, que por cierto se las recomiendo a pesar de que ya están a 90 pesos y es cien por ciento carne de res. Ajá.
Pos son estos mismos migrantes, que el mismo presi AMLO les dice que hay retiharta chamba en las maquilas de la border, pero que ellos no las quieren porque sueñan con dólares en Gringolandia, así que siguen necios en irse al otro lado.
En menos de dos semanas en la madrugada primero un grupo de ochenta y otro de treinta irrumpió el paso peatonal y vehicular del puente internacional Reynosa-Hidalgo y pos que se ponen locos los gringos de la CBP, de aduanas, que les dan una corretiza para detenerlos y retacharlos para México. Y claro mientras tanto detuvieron el paso vehicular y peatonal por más de cinco horas.
No se vale ¿no? Pos los gringos ya pusieron un letrerillo por el paso a pata, antes de llegar a la revisión que dice “Aquí no damos permisos a inmigrantes. Ahúecale el ala please”.
Hasta taparon con papel de estraza todas las windows para que nadie vea nada, pero yo vi que estaban amontonados la raza con cobijas metálicas esperando que les dieran asilo y una buena Whataburger con sus onions rings.
Pero como son. Si todos queren irse a vivir a los States que se vayan, pero no nos perjudiquen, hay “muncha” raza que quiere ir a la Pulga Hidalgo cada miércoles que es cuando se ponen güenas las ofertas.
Todavía sirve irse pa’l otro lado, aunque sean cuatro horas de espera.