Hay que enfrentarlo: si México es derrotado en el repechaje contra Nueva Zelanda y se queda fuera del mundial de Brasil 2014, al aficionado no le ocurrirá absolutamente nada.
Habrá, si, algo de decepción y enfado porque, como dice Villoro, el equipo de nuestra preferencia son los 11 de la tribu que, en este caso, son los supuestamente mejores representantes del universo de 110 millones de mexicanos enfundados en la casaca verde para defender el honor de la nación.
La gente se sentirá triste porque se quedará al margen del gran evento futbolero del planeta. Está feo ver desde la ventana la fiesta.
Pero los que realmente perderán son los hombres de los negocios, incluso más que los mismos jugadores. Ellos sí sufren por un potencial fracaso.
Están en el asador una cantidad estimada en mil millones de dólares (mdd).
La plata que se arriesga en estas competiciones es inmensa. Eso de arriesgar es un decir, porque hasta antes de que iniciara el hexagonal, la inversión en el seleccionado mexicano era una apuesta segura y de pingües réditos.
Todos se apalancaban en el prestigio y el consabido poder de los jugadores nacionales, muchos de ellos jugando en Europa, que amedrentaban a los rivales del área centroamericana y caribeña con la solo mención de su nombre.
Pero ahora la realidad es decepcionantemente contraria. Los patrocinios se pueden esfumar por la ineptitud de algunos hombres de pantalón largo y por algunas malas decisiones de planeación.
Un experto identificado como Alberto Aguilar estima que para el certamen de Brasil, Adidas planea comercializar tres millones de camisetas, a diferencia de 1.2 millones que fueron vendidas en Sudráfrica 2010. La ganancia esperada, por este concepto, para el próximo año, es de 300 millones de dólares. Hay muchos empresarios nerviosos, porque las casacas ya están elaboradas.
Perderá Televisa que, a través de su empresa SKY, tiene todos los derechos de transmisión de todos los juegos, dice el especialista. Sin México en la competencia, el interés disminuirá en más de la mitad.
Se sabe que el fanatismo azteca hace de su representativo uno de los cinco más redituables en el planeta, con un enorme ingreso por recaudación de las marcas.
También hay que contemplar las entradas por los partidos amistosos, principalmente en Estados Unidos.
Las principales patrocinadoras del Tri son Adidas, con un contrato de 80 millones de dólares, por vestir al equipo del 2006 al 2014; Coca Cola, con aportación de 40 mdd en el período del 2011 al 2018; Banamex, con 24 mdd, entre 2011 y 2014; MoviStar, con 22 mdd, en el mismo lapso; y la fabricante de productos domésticos P&G, que le dejará a la institución 18 millones de billetes verdes.
Ante esta danza de millones, se entiende la desesperación de los federativos y la manera en que han atropellado las formas para buscar un paso exitoso por la repesca.
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