En Nuevo León parece que MORENA va camino al orden después de tanto desorden. Y la elección de 120 consejeros estatales el domingo 13 de octubre pavimentará el camino para, primero, designar al dirigente estatal en noviembre y, luego, a los mejores candidatos para los comicios de 2021.
Porque el manoseo y desaseo previo a las elecciones presidenciales y locales del año pasado, influyeron para que MORENA no eligiera en 2018 a los mejores candidatos a alcaldes, sobre todo en municipios metropolitanos importantes como Monterrey, Guadalupe, Apodaca y San Nicolás, entre otros.
Al senado la fórmula del partido del presidente, contrario a la mayoría de los Estados donde ganó o fue primera minoría, en Nuevo León Judith Díaz Delgado y Álvaro Suárez quedaron en tercer lugar.
Otro ejemplo del desgarriate y la lucha entre las diferentes tribus (que honran al PRD de donde provienen muchos de MORENA), se vio en el Congreso del Estado donde llegaron ocho legisladores, luego se pelearon entre ellos, y su número se adelgazó por la reciente salida de Claudia Tapia.
Aunque no asoma la cabeza Judith, coordinadora de los programas sociales del gobierno federal, parece que fue la ganadora de las elecciones internas de delegados, pues uno de sus allegados podría asumir la presidencia estatal y, de rebote, la fortalecería rumbo a 2021.
Porque aunque Díaz Delgado ya manifestó su interés por competir por la gubernatura en 2021, debe mantener bajo su perfil ante la posibilidad de que le saquen primero la amarilla y después la roja.
Mientras tanto después de la elección de los 120 delegados, al menos en la medición de fuerzas, Judith ahorita le saca ventaja a Tatiana “la tía tatis” Clouthier.
Parece que MORENA va por el buen camino de asearse y quitarse todo el hedor de izquierdosos revoltosos. Sólo así podrán enamorar al electorado que, salvo la elección presidencial de 2018 donde ganó Andrés Manuel López Obrador por una nariz al PAN, siempre le ha dado la espalda.