¿Por qué todos hablan de seguridad pública, porqué todos dicen tener la solución, porqué todos aseguran que la combatirán hasta erradicarla, porqué todos juran que no dejarán un maleante libre en las calles, por qué todos se creen costureros para resarcir el tejido social? Y el “porqué” más importante de todos ¿Por qué el pueblo no les creemos ni un ápice, ni a uno, ni a otro, ni a todos juntos o por separados?
NO JUEGUEN SEÑORES
Y mejor cambien de canal, nadie se traga viniendo de cualquiera de ustedes la palabras “seguridad”, “tejido social”, “paz” y “tranquilidad”, entre muchas otras. El adoptar poses de “perdonavidas”, de “malditos” de “castigadores” no les significará nada bueno, por… 1) porque simplemente el pueblo no se las cree y 2) dárselas de muy “sácale puntas” no les llevara al triunfo y sí por el contrario, los meterá en problemas con los verdaderamente malditos.
RICARDO ANAYA CORTEZ
En Tampico, el líder nacional panadero, Ricky Anaya, dijo que “mete las manos al fuego” por Francisco Chompa de Res, que el mono de Reynosa pasó todos los filtros de decencia, pulcritud, honorabilidad, verticalidad, anticorrupción, credibilidad y confianza. Pues han de haber sido como los filtros de la Comapa de Reynosa o de la de Nuevo Laredo.
NI LA BURLA PERDONA
Que baratas les salieron las pruebas a los panuchos. Figúrense que eligieron a un bato que ya estaba manchado antes de llegar. Imagine que usted, estimado lector, va al estanquillo de la esquina, en su barrio, pues se le antoja un rechoncho Gansito Marinela, pero doña Chonita, le entrega a usted un pastelillo todo apachurrado, escurrido y hecho papilla. ¿Lo compra? ¿Se lo traga? Nosotros tampoco.
DON MANLIO BELTRONE
Vino a Tamaulipas el sonorense más buscado por la DEA y dijo que Baltazar Hinojosa sin duda va a ganar. También Manlio Fabio Beltrones, hace años dijo que el gobierno gringo no le busca. Pero lo retamos a que vaya a comprar unos chicles a cualquier tiendita del otro Laredo, para ver si regresa. Si “ritorna” el capo de tuti capi sin que los rinches le echen el guante, entonces es verdad, es inocente y hasta Baltazar podría ganar la elección, como él jura.
¿VAQUERO O SALTEADOR?
Cuando estuvo en ASERCA, organismo desconcentrado de SAGARPA, como Agencia de Servicios de Comercialización y Desarrollo de Mercados Agropecuarios, Baltazar Hinojosa nunca se puso sombrero, pero ahora anda en campaña y ya trae bien calzada su “tostacha”, su tejana o su guaripa. Solo que con la carita que se carga este bato, más que parecer al Llanero Solitario o a El Bueno, se parece al El Malo y a El Feo, en la película de Clint Eastwood.
LOS AGUACATES DE ABDÍES
Fue un evangélico llamado Abdíes Pineda Morín, acudió ayer a Mataburros, y dijo que si lo hacen goberladrón, el se encargara de capturar a todos los maleantes, que devolverá la paz a Tamaulipas y que … ¿Todavía seguirá de pie ese bato en el puerto del Golfo o ya lo pasaron a perjudicar? ¡Pero qué aguacates de pelao! Quién sabe si está orate, pero a ver si no le cambian el segundo apellido de Morín por el de Morir. Merece un aplauso por entrón.
VERDAD DE PESO
Si algo nos ha caído redondo a todos los tamaulipecos es el hecho de que los programas de anti obesidad infantil y contra el sobrepeso juvenil valieron lo que se le unta al queso en esta entidad. Ni las Secretaría de Salud, ni la de Educación le metieron ganas al asunto. En septiembre se va este sexenio y estos weyes de plano no hicieron nada.
CHAMACOS GORDOS
La administración estatal en Tamaulipas no tiene ganas de hacer nada por su pueblo, en este caso por los mocosos excedidos de peso. La autoridad responsable le echa la paleta a los papás sonsacadores y débiles que permiten que sus engendros traguen mugrero y medio, pura comida “chatarra”. Pero ¿y ellos, la gente del gobierno, de qué van?
ESA ES INSISTENCIA
Una mujer en Matamoros, dentro de apenas 24 horas, telefoneó 120 veces a la Cruz Roja para que le mandaran algunos doctores, enfermeros, camilleros, laboratoristas, radiólogos, afanadores, choferes de ambulancia u lo que fuera que fuera hombre, para que le aplacaran una extraña comezón, un incesante frenesí, una calentura inexplicable. Tanto que la dama saturó el conmutador telefónica de la benemérita institución. Lo que no supimos es si alguien fue a atenderla y si la ‘ñora estaba de buen ver.
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