Un grupo de WhatsApp de golfistas, miembros del Club Campestre, nos habla del grado tan complejo que se vive el tema de la sucesión estatal. Es cierto, el grado de saqueo de la ciudad sorprende hasta en el rancio club.
En ciudad Victoria hay personajes que se enriquecieron a la sombra de gobierno, que en años de servicio solucionaron sus problemas económicos y garantizan la estabilidad económica a sus herederos.
El humor social no es muy bueno, hay enconos y enojos en todos los estratos, pero en El Campestre hablan de algunos ex alcaldes de ciudad Victoria, que de la noche a la mañana aparecieron como propietarios de plazas comerciales y otras empresas.
Cuentan que un ex tesorero terminó con una casa que vale alrededor de 40 millones de pesos. Las propiedades que acumularon son impresionantes que hasta su quinta la puso en venta en un millón de dólares.
Ese humor social se refleja en el chat de las mujeres golfistas, el pleito entre una diputada local y la esposa de un diputado federal que pone en evidencia sus resquemores sociales.
Los problemas iniciaron cuando la esposa del diputado empezó a jactarse que muy pronto regresaría más abundancia a su vida.
“Mi marido gana muchísimo, ni idea tienes de lo que gana, pero lo mejor es que pronto regresará al gobierno en primera línea”.
La diputada local externaba su molestia por ese lenguaje de ambición de la esposa de diputado.
Los reclamos iniciaron de la nada, no necesitan de razones, cuando sobran motivos para pelear, ese encono social hace que el divisionismo se sienta en todos los estratos.
La debacle del PRI tuvo muchas razones, una de ellas las muchas traiciones.
Que poca madre de tu marido de haberse ido, es un traidor que pudo participar con nosotros.
Mi marido no se fue, le llamaron, lo ocupan por lo que sabe, ellos no saben trabajar, por eso esta con ellos y vieras lo que está ganando.
Los enconos salieron y crecieron, se vive un divisionismo latente hasta entre los que se supone van en el mismo equipo.
El humor social es terrible, todo es una receta perfecta para el desastre y que surjan sorpresas, resquemores, el primer debate es un round de sombra entre los tres aspirantes que ayer se presentaron ante los electores tamaulipecos.
CÉSAR AUGUSTO VERÁSTEGUI OSTOS, por el PAN-PRI-PRD; ARTURO DIEZ GUTIÉRREZ, del MC y AMÉRICO VILLARREAL ANAYA, quienes hablaron de los temas de economía y seguridad.
La sorpresa agradable fue ARTURO DIEZ, con sus respuestas espontaneas y propuestas claras, lanzando ataques a VERÁSTEGUI y AMÉRICO. Era quien nada tenía que perder y demasiado ganar, aprovecho sus tiempos y espacios.
VERÁSTEGUI, con seguridad y propuestas se consolidó como uno de los favoritos de ganar la elección, con la propuesta de establecer que el truco es defender a las mujeres, el truco es resolver la economía, el truco es mantener un Tamaulipas y un estado de derecho.
AMÉRICO estableció que sólo hay dos alternativas, “seguimos como estamos o que llegue la esperanza de un cambio para que termine la eviolencia, se luche contra la pobreza y exista una verdadera atención ciudadano, ser una transformación del cambio”.
Los tres se dirán ganadores, pero es claro que los ciudadanos ya tienen claro quiénes son sus favoritos en este panorama de diferencias y mal humor social.
Todos tienen algo en común, desde ahora son lo “Triple T”, hasta en la política hay que buscar coincidencias, nada esta definido, la elección apenas camina.
Bueno, por hoy es todo.
Adiós y aguas con los patinazos…
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