En tanto los gobiernos de Estados Unidos y México siguen atacándose mutuamente, uno de ser el más grande consumidor de estupefacientes del mundo y otro, como el más permisivo con los cárteles de la droga, el asunto ha derivado en una lucha que se llevó al terreno del Tratado de Libre Comercio, TLC, y a las medidas anti inmigrantes.
Las acciones para detener el flujo de indocumentados en la frontera entre Tamaulipas y Texas se está llevando tan lejos que el Cabildo de Laredo ya aprobó rociar con herbicidas para destruir la maleza localizada en la ribera del Río Bravo, lo que tiene preocupadas a las autoridades sanitarias de lado mexicano.
Luis Campbell Loa, jefe de la Jurisdicción Sanitaria, alertó que rociar herbicidas en las 16 millas que comparten Nuevo Laredo y Laredo sólo provocará enfermedades a los habitantes del sector, porque es la única fuente de abastecimiento de agua.
De hecho esa zona del Estado ha registrado un incremento de casos de cáncer en niños y jóvenes en los últimos años.
Aunado a eso, la construcción del muro que en Hidalgo, Texas ya está casi terminado. Ambas medidas, tienen el apoyo de la tecnología más avanzada para la detección de indocumentados.
Es como si Estados Unidos se preparara para hacer una guerra en su propio país, una vez que saque las tropas de Irak como lo anunció Obama, por eso la compra de tecnología, la construcción del muro, hay que darle negocios a los políticos y empresarios estadounidenses para que su economía sobreviva.
Y mientras eso ocurre de lado estadounidense, en México ya se anunció aumentar los impuestos a 90 productos norteamericanos si se exportan a nuestro país, como represalia por el incumplimiento del TLC, en lo que se refiere al ingreso de los camiones de carga mexicanos a Estados Unidos.
En ese pleito donde el vecino país lleva la delantera, los únicos que padecen las consecuencias son los habitantes de la frontera, quienes además de sufrir el golpeteo de los cárteles de la droga, ahora se enfrentan a las medidas anti inmigrantes cada día más reforzadas, en detrimento de su salud.
Algo tendrá que hacer el gobierno tamaulipeco ante esa situación, no puede quedarse cruzado de brazos ante la posibilidad de que el río sea contaminado con químicos.
Esperamos una protesta enérgica del gobierno estatal que impida esta acción.
EL PAN SIN GALLOS
Con el retiro de Julio Almanza de la contienda por la candidatura a la diputación por el PAN, el panorama para este partido se vuelve más nebuloso de lo que ya estaba.
El empresario matamorense, quien en los tiempos de Yarrington coqueteó con el PRI en busca de la candidatura a la alcaldía, hoy hace de nuevo su berrinche porque el Comité Ejecutivo del PAN ni siquiera lo llamó para entrevistarlo.
Esta salida se puede denominar digna para el empresario porque pudiera ocurrir que siempre no quiso asumirse como candidato panista, debido al desorden que traen dentro del blanquiazul y que afectará el resultado de la elección.
Por lo pronto en Matamoros se menciona al constructor Porfirio Gutiérrez, un ilustre desconocido, para encabezar la fórmula panista.
Y los que sí le saben a este asunto, prefirieron irse por la orillita, como los narcos, y se montarán en candidaturas plurinominales, como Leticia Salazar, quien prefiere guardar sus ahorros para buscar la candidatura a la presidencia municipal el año entrante.
Al paso que va el PAN, no tendrá figuras de renombre para hacer ruido en esta elección, se percibe un sentimiento de derrota anticipada.
Afectándose con ello a la ciudadanía, que otra vez tendrá que votar no por el mejor, sino por el menos malo. Deprimente asunto.
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