Ahora que inician las campañas políticas sería muy importante que los partidos de los candidatos que contienden para estas elecciones pudieran generar un marco de condiciones para generar reformas en la próxima legislatura que tengan que ver con la corrupción, uno de los grandes temas donde México tiene los primeros lugares a nivel mundial. Hemos sido colocados entre el cuarto o el quinto lugar, si bien nos va en el séptimo, de los países más corruptos que hay en el mundo.
Y esto tiene que ver con un problema en nuestras instituciones según un estudio muy importante que hizo el sociólogo Francis Fukuy. Sin embargo, cuando hablamos de corrupción en términos generales, terminamos por no darle una solución concreta al problema, cortarlo de raíz.
Aquí daré tres orígenes que causan la corrupción y tres probables soluciones que ayuden a combatirla. Por un lado, a algunas de las condiciones para que se genere es la impunidad, en México no se imparte la ley sólo hay justicia para los que más tienen. Esta situación deja indefenso a quien no tiene la posibilidad de tener un buen abogado, aparte del rezago que existe en materia judicial en los juzgados e incluso en la Suprema Corte.
La corrupción ha aminorado de manera importante, pero sigue siendo un problema de fondo, que la justicia no se aplique con prontitud nos permite que haya impunidad y ésta genera más corrupción.
Otro de los grandes problemas es la falta de transparencia en nuestras instituciones. El hecho de que no tengamos la posibilidad de conocer los procedimientos administrativos, no una cultura cívica para que en cada una de las dependencias en los tres niveles de gobierno y la falta de procedimientos ágiles funcionales, nos impiden tener transparencia en el uso de nuestros recursos y ofrecen un mal servicio a los ciudadanos.
La solución para esto es una regulación legislativa, quitar procedimientos administrativos, que hacen excesivo el número de trámites que tenemos que hacer en México para tener una patente, una concesión, o tener derecho a alguna franquicia; en fin un sinnúmero de problemas tienen que ver la falta de transparencia.
Y por el otro lado la rendición de cuentas que tiene que ver básicamente con el problema del debate parlamentario. La forma en que están constituidos los Congresos impide que se dé una confrontación de ideas, un debate con argumentos de soluciones, no existe una dinámica parlamentaria como lo hay en un régimen semi parlamentario como lo es el francés o parlamentario como lo es el español donde el primer ministro de la Madre Patria puede por ejemplo, debatir con los parlamentarios, los jefes de la asamblea de manera directa sin que pueda existir evasión o esconder el verdadero sentido de un informe.
Y es que en muchas ocasiones lo que nosotros conocemos como informe no es más que una fiesta cívica de la autoridad en turno, olvidando que la verdadera rendición de cuentas es que ese día debe ser una fiesta para el Congreso (suponiendo que represente los intereses del pueblo) ya que debe cuestionar, poner en duda datos y en un momento dado criticar cualquier política que no haya dado resultado en pro del bien común.
Creo que estos son tres temas fundamentales que tienen que ver con la educación cívica que requerimos para incrementar nuestra normatividad y combatir de frente la corrupción. Es lamentable que hoy en día muchos analistas en México digamos que los verdaderos cárteles de la verdadera delincuencia organizada se encuentra en los grupos políticos o en las administraciones municipales, estatales y federales; esa es la verdadera corrupción para muchos, que tenemos que combatir con medidas que tienen que ver con la efectividad de la ley.
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