No dije lo que dije

Que lástima que algunas personas desperdician la oportunidad de tener la boca cerrada, digo desperdicio, pues si no la hubiese abierto nuestro presidente Calderón, que con aciertos y gravísimos errores, casi ha terminado su sexenio, –esta es una de las virtudes de nuestro presidencialismo–.
Cada seis años se cambia de dictador, perdón de presidente; tal vez por ello, a menos que no lo sea, en nuestro país no ocurre nada, sólo a esperar caer los cocos y se pasa el sexenio de volada: devaluaciones, muertos y desmoronamiento civil de la economía.
Esto cambiará cuando el macizo actual se vaya, eso en verdad es grato para el presi, así como para todos.
No puedo decir que los gobiernos surgidos del revolucionario, sean damas de la veladora perpetua, pero tampoco los blanquiazules son peritas en dulce, las fugas de los penales de grandes capos etc., etc.
Así que para que andar con discolerias mundanas, sobre todo soltarlas a un periodista extranjero que como quiera que sea, es un visor y explicador de un país vecino, con el que hemos perdido la capacidad de negociar, esto si preocupante, no sólo por los tamaños del contendiente, sino por el poder inconmensurable que posee.
Ya ven nos alarmamos cuando Rick Perry, gobernador de Texas, pensó que podría ser posible enviar tropas norteamericanas para apoyar a las tropas mexicanas en su lucha contra el narco y un señor de apellido Caín, –no sé porque será– pidió que se electrificara la barda que protege las fronteras estadounidenses, de maleantes e inmigrantes furtivos, estos últimos sin comparación con el crimen organizado.
Vamos de mal en peor, porque un presidente que se mete de lleno en la lucha por su sucesión, de golpe y porrazo abre la puerta y dice “aquí estoy”, para lo que gusten mandar y para no comprometer ningún medio nacional, se avienta de su ronco pecho un solo de política en sí bemol sostenido.
En la madre, Sócrates Rizzo dijo antes que los gobiernos anteriores pactaban con el narco y como dijo el secretario de gobernación “ustedes se van por aquí, ustedes por aquí y ustedes otros por aquí”.
Un denso y espeso silencio se dejó escuchar, y los retenes y los que viven en los ejidos y los convoyes de sicarios que recorren las ciudades, nadie los ve, nadie saben que existen solo el pueblo, sólo se mata para salir en el periódico, para llamar la atención y curiosamente ahora cercanos a las elecciones ocurren cosas que debieron ocurrir antes.
La criminalidad, la prostitución, la transgresión de las leyes, todos son negocios del crimen organizado, como no continuar si el interior de la casa no se barre, si quienes delinquen están respaldados por quienes debiesen hacer cumplir las leyes, para que quejarse, lo que había y lo que hay en el narco es sólo transportación.
¿Cuántos tienen para comprar una onza de coca rebajada y todo? ?Muy pocos ganan para obtener dicho mugrero, pero el cemento, el tinner, el resistol, la mariguana, están por donde quiera, esas son las drogas de los jodidos no dar vueltas a lo que hay y mientras existan compradores externos el mugrero seguirá pasando y exportándose a todas partes del mundo.
Hemos perdido cinco años en nada, en una guerra cara y nauseabunda –otro negocio del crimen organizado– los perdimos en desarrollo, detuvimos la marcha social y la brecha se agigantó, los pobres se hicieron más pobres, los clasemedieros se hicieron pobres, los ricos se hicieron más ricos.
Porque la hipocresía es el exponente principal, quienes atacan cobran y nadie sabe cuánto, una caterva de legisladores que cobran como si trabajaran, deje a un lado la sapiencia, aparte de no trabajar no defienden a quienes les pagan, que son el pueblo, ¿Cómo entonces creer? Si todo es negación y corrupción, ni que decir de aduanas, CFE, Telmex y lo que se le ocurra, todos al moche, muchos muertos, secuestros y desaparecidos sin ningún resultado ¿cómo entonces criticar lo que existe…?