Me han dicho que un sistema es más que la suma de sus componentes, está por encima de cada una de las partes que lo conforman. Todas las organizaciones tienen su sistema… algunos sistemas son más sanos que otros. Algunos sistemas se vuelven perniciosos, se corrompen. pasa en todas partes.
Por ejemplo: mí no me gusta el Box (pugilismo) como deporte, pero de observar he aprendido algunas cosas de expertos y comentaristas especializados en esta disciplina.
Ha sucedido que en la máxima cúspide del box profesional, se mueve mucho dinero, muchas apuestas, muchos patrocinios, en resumen: muchísimos intereses del “sistema” que están por encima de la práctica del deporte en sí.
De ese modo, los campeones dependen mucho de como opera el sistema para mantenerse en su posición. Eso no significa que no sean buenos por mérito propio, pero significa que en muchas ocasiones hay “mano negra” que disimulada o descaradamente, influye en el resultado de la pelea; dependiendo de si a los intereses del sistema le conviene que el poseedor del título lo retenga o lo pierda.
A esto le llaman “pelea arreglada” y esos arreglos se hacen desde antes, desde afuera del ring… y se negocia hasta para que al perdedor le convenga perder, porque también se lleva su parte.
Cuando el sistema (en caso de estar corrupto) quiere que el poseedor del título siga siendo el campeón, le ponen a un oponente con pocas probabilidades de ganarle. Por el contrario, cuando el sistema requiere de un nuevo campeón, la pelea se organiza para que el pugilista retador-oponente sea un verdadero desafío y cuente con verdaderas posibilidades de destronar al defensor del título. Este tipo de maniobras a veces son groseramente obvias y en ocasiones son fina y discretamente implementadas…todo depende de qué tan corrupto y decadente esté el sistema.
Pienso que este tipo de practicas en los sistemas que pretenden sesgar los resultados de cualquier contienda mediante negociaciones oscuras y tras bambalinas, suceden prácticamente en todas las actividades humanas, favoreciendo lo que conviene al sistema, poniendo la aparente contienda “a modo” y al servicio de intereses mayores y no necesariamente “mejores”. Sucede entonces que de pronto, se le llega al precio al contrincante, al manager, al referee, a los jueces, a los promotores o a lo que sea necesario para garantizar el resultado que, al momento, le conviene al sistema.
Podemos extrapolar estas prácticas a cualquier otro ámbito y encontraremos un patrón que se repite en todos los sistemas cuando éstos caen en decadencia….las “contiendas arregladas” no son exclusivas de un solo escenario sucesorio.
A veces sucede, aunque en raras ocasiones, que se dan sorpresas…sucede que aquel que fue elegido como el cordero de los sacrificios, aquel que fue elegido para perder, de pronto saca la casta valientemente, desafiando al sistema y “se pone con Sansón a las patadas”. A veces sucede algo así, a veces hay contiendas limpias, auténticas, reales, a pesar de todos los peligros que ello implica.. Yo nomás digo, es una simple opinión. Cualquier parecido con otras circunstancias es mera coincidencia.