Si en los años 60 y 70 se le acusó duramente a Televisa y a los principales periódicos nacionales, como Excélsior y Universal, de ser cómplices del PRI para mentir sobre las revueltas estudiantiles y la aparición de grupos guerrilleros, en nada ha cambiando en pleno siglo 21, especialmente con las televisoras.
Si bien hay que aplaudir el esfuerzo realizado por los atletas mexicanos de alto rendimiento en los Juegos Panamericanos de Guadalajara 2001, los intereses que tienen Televisa y TV Azteca con el gobierno federal les impide decirle al público que las medallas ganadas no serían tantas por la siguiente razón:
Estados Unidos no mandó al evento a sus mejores atletas por miedo a ser víctimas de la violencia generalizada en México, por lo cual la delegación azteca, a dos días de la clausura, había ganado la cifra histórica de 31 preseas de oro y rebasaba en la tabla a Canadá ubicándose en el cuarto lugar.
Por ejemplo: ¿cuándo se había visto que una colombiana ganara los 400 metros con vallas femenil; que un costarricense llegara primero a la meta en los 400 metros planos, o que una brasileña se colgara el oro en los 100 metros planos de la prueba reina del atletismo en mujeres? Siempre dominadas por los gringos o, ahora, por jamaiquinos.
Las televisoras otra vez están cometiendo el mismo error –tan criticado hasta la fecha–, que se registró en los tiempos del PRI: mentir para ganar dinero, porque los patrocinios del gobierno federal del PAN han sido enormes para Televisa y TV Azteca.
Por si hubiera dudas de que la principal potencia deportiva del mundo mandó una delegación de tercera categoría a Guadalajara 2001 –con la sospecha de que otros países también lo hicieron–, es la medalla de plata que ganó la gimnasta de Guatemala, Ana Sofía Gómez, sin afán de restarle méritos a su esfuerzo.
¿Y qué tal la medalla de oro de Puerto Rico y la plata para México en basquetbol femenil? En serio, como se dice: no nos quieran dar atole con el dedo.
Pues tradicionalmente la gimnasia artística la ganan las deportistas de Estados Unidos y Cuba, principalmente, en una justa panamericana.
Ejemplos como los anteriores son muchos, pero a las televisoras y a los dirigentes deportivos de México no les conviene decir la verdad.
Mientras tanto, hay que esperar la clausura como fue la inauguración. Esa sí, de primer nivel soñando en organizar unos Juegos Olímpicos, donde tomamos nuestro real nivel deportivo.
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