Claro que no hay sorpresa en los resultados que ahora observamos de las elecciones de este 4 de julio.
El mismo día que asesinaron al doctor RODOLFO TORRE CANTÚ, cuando aún desconocíamos que su hermano EGIDIO sería quien lo sustituiría, aseguramos que cualquiera que designara el PRI, saldría victorioso.
El que fuera, dijimos, ganaría empujado por el trabajo de muchos años de RODOLFO TORRE y de un Partido Revolucionario Institucional que en todo el Estado ha caminado con objetivos.
En los últimos años el PRI no sólo se dio tiempo de preparar a cada uno de los que fueron sus candidatos, y de ir afinando su estructura política y social, que serviría para la aplastante victoria, sino que además pudo infiltrar las filas panistas para mantenerlos como un partido dócil.
Tras el lógico triunfo este domingo del ingeniero EGIDIO TORRE CANTÚ, no se podrían dejar esperar las excusas y los lamentos de JOSÉ JULIÁN SACRAMENTO GARZA, candidato del PAN a la gubernatura.
Se justifica y culpa del resultado en su contra, a la baja participación de la gente en el proceso debido al miedo y la inseguridad.
También señala PEPE SACRAMENTO que es muy difícil ganarle a un partido de Estado.
Algo tiene que decir el senador con licencia para justificar la goliza dos a uno que les propinó el PRI, pues al contabilizarse el 93.88 de las actas EGIDIO TORRE CANTÚ llevaba 605 mil 774 votos contra 305 mil 504 sufragios de SACRAMENTO GARZA.
Sin embargo, él sabe que la derrota aplastante se debe a que en Tamaulipas el PAN se ha convertido en un partido electorero, con candidatos improvisados y campañas mediocres o de bajo perfil.
Lamentablemente el senador tiene que culpar a terceros.
El legislador no puede decir que su dirigente nacional se equivocó en designarlo y designarlo ya fuera de tiempo, como él mismo lo llegó a reconocer.
No puede decir que mientras el médico RODOLFO TORRE recorría el Estado ya fuera como secretario de Salud y luego en precampaña, él como senador ni siquiera se paraba en Matamoros, la tierra que lo vio nacer.
No puede decir que mientras el PRI, unido, fortalecía la estructura política que los llevaría al triunfo en cada uno de los municipios, ellos los panistas se dedicaban a pelearse y a ofenderse.
No puede decir que RODOLFO hizo una campaña de primera recorriendo en infinidad de veces el Estado, y él la efectuó a “medio gas”.
No es que ahora queramos hacer leña del árbol caído, pero la verdad es que en Tamaulipas les pudo haber ido peor a los candidatos del Partido Acción Nacional.
Ya para qué quejarse….
jcanales22@hotmail.com
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