Muchas son las expectativas que hay en el gobierno que comienza de Jaime Rodríguez, el Bronco, pero para que muchas de esas se cumplan, se necesita de un gran poder de convocatoria para unir a los diversos grupos de poder en torno a un proyecto: N.L.
No es fácil ni sencillo porque todo mundo quiere llevar algo a su bolsillo, pero eh ahí el gran reto que pueden tener los hombres y mujeres de Jaime Rodríguez, para convocar a un gran concierto por el despertar de nuestra entidad y lograr la reconciliación de todos los sectores productivos del estado.
Regularmente los primeros que buscarían oponerse a un Pacto por Nuevo León serían los partidos políticos que la jugaron contra el gobernador, Jaime Rodríguez, pero esas razones que tengan deben ser superadas.
¿Porque unirse a este proyecto? porque a NL le urge crecer, le urgen soluciones viales, le urgen obras, le urge atender a grupos vulnerables y le urge hacer justicia.
Se trata de un tema mayúsculo a los que en otros momentos los nuevoleoneses ya hemos sido convocados por los gobiernos federales a luchar contra ciertos flagelos y muchos hemos participado.
Los grupos de poder deben dejar de lado sus diferencias y entre disensos y consensos encontrar soluciones prácticas a viejas actitudes que tienen a Nuevo León dividido e impedido para encontrar cómo resolver problemas añejos.
Quienes ocupen cargos, desde el secretario de Gobierno, Manuel González, hasta el servidor público del último nivel deberán dar esa batalla, se necesita para re-evolucionar un sistema que viene dando tumbos y dejando cuentas pendientes en muchos temas de gobernanza.
Por ejemplo, la línea 3 del metro no puede quedar como elefante blanco, lastimando a miles de automovilistas y quebrando cientos de negocios ubicados sobre avenida Féliz U. Gómez.
Algo tenemos qué hacer, pero desde el poder alguien debe ser ese o hombre orquesta que organice y encarrille todas las inquietudes de aquéllos que se han visto afectados en su patrimonio por obras como la línea 3 del metro.
Acabar con la ineficiente planeación de decenas de proyectos que están detenidos por presupuesto, aunque en el fondo se hayan gastado lo proyectado inicialmente y ahora esas obras requieran de más dinero público para concluir dichos trabajos.
Llámese pacto, concierto, acuerdo, alianza, o juntos por un Nuevo León sin rezagos, pero alguien deberá convencer a los distintos grupos que hoy en dia no mueven un dedo porque sienten que fueron traicionados por quienes ocuparon el poder en los últimos años.
El Gobierno del Bronco goza de la confianza y del apoyo y deberá transitar con luna de miel en los próximos meses para buscar el apoyo a esos proyectos inconclusos, para que juntos, encuentren el apoyo financiero que se requiere para concluir lo que quedó en el olvido presupuestal.
Se necesitará de grandes dotes de negociación, como ya lo ha demostrado Manuel González en la etapa de transición y, de impulsar acuerdos que conviertan al Gobierno del Bronco en una administración viable, con ideas y con proyectos capaces de transitar hacia un nuevo encuentro con el futuro que anhelan millones de nuevoleoneses.
Echados pa´delante seguramente podremos avanzar más para hacer de Nuevo León el estado del que siempre nos sentimos orgullos