Lo ocurrido el domingo pasado en el Estado de Guerrero, solo es un preámbulo de lo que espera, no solo al ex invencible, sino a todas las “corrientes” políticas, pues estas dejaron de serlo.
¿Por qué? Simplemente que quien le ganó al priísta Añorve, es otro priísta disfrazado de perredista, este partido que dice ser de izquierda misma que está muy abandonada y a la cual se prende el presidente Calderón, con el único y tenaz objetivo, de impedir que el PRI regrese a los Pinos.
Más cuidado, una batalla no gana la guerra, si de operadores buscamos, el PRI los tiene y muy calados, sin ir más lejos nuestro Secretario General adjunto, conoce mucho de eso, el marasmo debe ser sacudido, con el único objetivo de que un PRI renovado, con propuestas actuales, regrese a gobernar lo hasta hoy ingobernable.
No intento, sacar mi pañuelo y secar lágrimas, si perdió lo merecía, no trabajaron lo suficiente, tampoco el PAN tiene propuestas claras, lo componen muchas gentes de diferentes estratos sociales, muchos de ellos con capacidad suficiente, claros y sobre todo de propuestas.
El PRD tiene una lucha interna, está desmadejado, hasta una reliquia le quieren hacer regresar porque no saben manejarlo, la lucha en mención parece estar ganada por Marcelo Ebrard sobre el Peje, que también tiene lo suyo, la contienda venidera refiriéndome al Estado de México.
Este partido encierra varias disyuntivas, para mí la más importante, independientemente de si queda o no el candidato de Peña Nieto, es simplemente la guerra entre Ebrard y López Obrador, el que gane sobre todo si es el primero, está en posibilidades de ganar la grande en el 2012, ese es el juego.
Sobre todo, porque ante la carencia del PAN de un candidato fuerte, podría apoyar a Marcelo, con tal de que como dije, el PRI no regrese a los Pinos.
Eso simplemente son elucubraciones con matices de realidad, lo que a mí como ciudadano y como votante incumbe.
Es como que ya estamos padeciendo de partiditis, los partidos desde el siglo pasado, han demostrado que ninguno cumple con sus principios, estos definitivamente no existen, los del PRI se van al PRD, los del PAN igualmente, los del PAN al PRD o al PRI, como si fuese un juego de malabares, donde hablar de principios es nulo.
Lo que importa simplemente es el puesto y la lana que representa, los ciudadanos pisoteados por todos y cada uno de los partidos políticos y sus militantes, como que ya va siendo hora de pensar en individualidades, personas que ofrezcan un liderazgo positivo, que generen pasión.
Esto sería un ahorro para la nación y nos quitaríamos una engorda de parásitos, buenos solo para sus intereses.
Si los partidos políticos como es de todos conocido, ya no representan la voluntad popular, pues a un lado y que los individuos se representen por su valía personal y no por unas siglas, amañadas y puestas de acuerdo en lo obscuro, de guerras, sangre y pentontadas políticas.
Estamos hasta la madre. ¿de dónde sale tanta sangre? Y hasta hoy, ningún partido nos ha defendido.
Así que solo nos queda buscar el líder que nos represente. Sin importar color ni credo, apartidista.
Los partidos como digo, sólo han dejado un gran vacío, un hueco sin llenar y no excluyo, digo todos.
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