Qué le pasa a Enrique Peña Nieto que al elegir quién se hará cargo de una responsabilidad tan grande como es la de dirigir la Procuraduría General de la República termina fallando y gacho.
Primero Jesús Murillo Karam, quien con su “ya me cansé”, frente a los reclamos de los padres de los 43 desaparecidos de Ayotzinapa y su “verdad histórica”, lleva también el estigma de que uno de sus nietos allanó la habitación de su ex novia, hija de un compañero funcionario del ex titular de la PGR, para golpearla y dejarla con huellas visibles del abuso al que la sometió.
¿Y qué dijo el ex procurador al respecto? Nada, siguió en su puesto como si la cosa no fuera relevante, después vino lo de Ayotzinapa.
Luego llega al mismo cargo Arely Gómez, investida de la aureola que da ser hermana de un empleado de alto nivel de Televisa, a ella le faltó colmillo para solicitar las órdenes de aprehensión contra los ex gobernadores Javier Duarte, del PRI y Guillermo Padrés del PAN.
A la funcionaria “la chamaquearon”, se le fueron en sus narices y ella se quedó viendo, como cuando se asomó al hoyo con cara de ¿what?, que hicieron para que escapara Joaquín Guzmán Loera.
Hoy resulta que el ex presidente del senado, amigo personal y abogado de Enrique Peña Nieto es un golpeador acusado ante las autoridades por su ex esposa, Angélica Fuentes, a quien intentó ahorcar cuando se encontraba alcoholizado. Ella después de un año con el ahora procurador se divorció para posteriormente casarse con Jorge Vergara, el dueño del equipo Chivas, con quien pelea la fortuna que hicieron juntos.
El portal La Silla Rota cabecea la nota publicada el día 25 cuando se supo que Raúl Cervantes, ahora senador con licencia sustituiría a Arely Gómez:
“Cervantes, un abogado con poca tolerancia y primos poderosos”.
Y sigue:
“Alcoholizado tomó con violencia el cuello de quien era su esposa y con todas sus fuerzas apretó las manos con la intención de estrangularla, de causarle daño, sin embargo se arrepintió y la soltó.
“Esto no implicó que el enojo, la furia, disminuyera y lo que siguió a continuación fue golpearla hasta dejarle huellas físicas y emocionales”.
Añade la nota que este mismo hombre intentó ser ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, este hecho de abuso, machismo y misoginia fue expuesto en el 2015 por la columnista Katia D´Artigues y ello contribuyó para que no se concretara su intención de obtener ese puesto, el relato continúa:
“En esa ocasión, Angélica Fuentes explicó que terminó la relación matrimonial por un “abuso excesivo de violencia” contra ella, lo que derivó en levantar una acta ante el Ministerio Público. En esa denuncia aparecen fotografías con las huellas de los golpes.
“Fuentes expuso que además de la vergüenza que sintió al hacer público la forma en que era tratada por su esposo, tuvo miedo porque después de la denuncia se dieron “amenazas serias”.
Ese es nuestro procurador de la República, una responsabilidad que se debe honrar con un comportamiento privado y desempeño profesional ejemplar, algo de lo que según se comprueba, carece este nuevo miembro del gabinete peñista.
Y me pregunto, ¿qué culpa tenemos los mexicanos que Peña Nieto tenga puros amigos impresentables y sobre todo, que nos los quiera endilgar de altos funcionarios?
Menudo procurador, alcohólico y golpeador de mujeres. Todo un ejemplo.
LA CORBATA AZUL
Así fue vestido el otrora contrincante de Francisco Javier García Cabeza de Vaca, el priista Baltazar Hinojosa al encuentro de legisladores priistas con el nuevo mandatario de Tamaulipas.
Mal día para elegir una corbata del tono del logotipo del Partido Acción Nacional. El usufructo y la propiedad de los colores mandando malas señales para el PRI en Tamaulipas.
Y más malas para las y los tamaulipecos, porque al final, todos y todas son lo mismo, están en el mismo barco de las complicidades y los intereses mutuos, mientras el estado se desangra y desmorona.
Una vergüenza.
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